Amigos tan queridos, les adjunto el libro de Efráin Vivanco "¿Adonde van mis pies? Se los recomiendo porque nos ayuda a comprender mejor las enseñanzas del LU porque son aplicadas en la vida cotidiana en forma coloquial y amena, pero no por eso menos profunda. Un abrazo yol
La justicia eterna y la divina misericordia juntas constituyen lo que en la experiencia humana sería la equidad”
Libro de Urantia. Pág 38.
“Lo que digáis sobre el Hijo del Hombre, se os perdonará, pero el que presuma blasfemar contra Dios, difícilmente encontrará el perdón. Cuando los hombres llegan hasta el extremo de asignar las obras de Dios a las fuerzas del mal, esos rebeldes deliberados, difícilmente buscarán el perdón de sus pecados” 1820.
“Sólo el discernimiento de la sabiduría infinita permite a un Dios recto, administrar justicia y misericordia al mismo tiempo y en cualquier lugar y situación del universo. La justicia eterna y la divina misericordia juntas constituyen lo que en la experiencia humana sería la equidad” 38.
El perdón de Dios, se hace realmente disponible y el hombre lo experimenta personalmente, sólo en la medida en que él mismo perdona a sus semejantes y el hombre, no puede en verdad perdonar a sus semejantes si no es capaz de amarse a sí mismo, porque el amar al prójimo como a ti mismo es la ética más elevada. La conducta moral, la verdadera rectitud, se torna entonces el resultado natural de dicho amor” 1862.
“Jesús resumió sus enseñanzas diciendo: “amad a vuestros enemigos, recordad las exigencias morales de la hermandad humana. La futilidad del mal, el agravio, no se corrige con la venganza. No cometáis el error de combatir el mal con sus propias armas. Tened fe y confianza en el triunfo final de la justicia divina y de la bondad eterna” 1580,
Jesús tenía un firme sentido de la justicia, pero era una justicia siempre atemperada por la misericordia. No enseñó a sus apóstoles que se dejaran dominar por los parásitos sociales ni por los buscadores profesionales de limosnas, pero si les aconsejó: No juzguéis, para que no seáis juzgados” 1580.
Si tan sólo siguiéramos los consejos de Jesús ¡ cuán diferente podría ser el mundo. ¡
|
|
yolanda silva solano