Diversidad, una sola palabra, y un mundo tras ella, porque si se la pone en práctica, encierra sabiduría, tolerancia, comprensión y respeto por nuestros hermanos, virtudes que necesitamos, para poder hacer nuestras, las palabras, que decía Voltaire: “Disiento de lo que dices, estoy en total desacuerdo con ello, pero defendería con mi vida, tu derecho a decirlo”
El respeto hacia la diversidad de género, inclinación sexual, raza, religión y política es lo que en este momento el mundo necesita, porque si no sabemos escuchar al que no piensa o no es como nosotros, no estamos cumpliendo con la regla de oro que es amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos.
Por eso Jesús, “repetidas veces les dijo, que no era su deseo que los que creyeran en El se volvieran dogmatizados y estandarizados, según las interpretaciones religiosas de los hombres, aun de los hombres buenos. Una y otra vez amonestó a los apóstoles en contra de la elaboración de credos y el establecimiento de tradiciones, como medio para guiar y controlar a los creyentes en el evangelio del reino” 1592.
Siguiendo sus enseñanzas, los apóstoles “no hacían ningún esfuerzo por enseñar exactamente igual, no había fórmulas normalizadas ni dogmáticas de las doctrinas teológicas. Aun cuando todos ellos enseñaban la misma verdad, cada apóstol presentaba su propia interpretación de las enseñanzas del Maestro. Jesús defendía y sostenía esta presentación de la diversidad de experiencias personales en las cosas del reino, armonizando y coordinando infaliblemente estas muchas visiones divergentes del evangelio” 1658.
“La esperanza de la hermandad humana, tan sólo puede realizarse a medida que la ennoblecedora y unificante religión del espíritu, o sea, la experiencia espiritual, impregne y eclipse a las religiones mentales de autoridad divergentes. Las religiones de autoridad, sólo pueden dividir a los hombres y ponerlos en orden de batalla consciente, los unos contra los otros. Las religiones requieren de los hombres, una uniformidad en las creencias, lo cual es imposible en el presente estado del mundo”1732.
Por eso el LU no es ni nunca será una religión, porque pretende que quien sigue sus enseñanzas, se deje llevar por su espíritu, porque "la religión es válida,sólo cuando revela la paternidad de Dios e intensifica la hermandad entre los hombres."1572
Meditemos unos instantes en la imagen de hoy, si un perro y un gato pueden aprender a convivir juntos ¿por qué no podríamos hacerlo nosotros?
yolanda silva solano