3. LAS TRINIDADES Y LAS TRIUNIDADES
Aunque la humanidad de cuando en cuando ha captado cierta comprensión de la Trinidad de las tres personas de la Deidad, la uniformidad exige que el intelecto humano perciba que hay ciertas relaciones entre los siete Absolutos. Pero todo lo que es verdad respecto de la Trinidad del Paraíso no es necesariamente verdad de una triunidad, porque una triunidad es algo distinto de una trinidad. En ciertos aspectos funcionales una triunidad puede ser análoga a una trinidad, pero no es nunca homóloga en su naturaleza a una trinidad.
En Urantia el hombre mortal está pasando por una gran era de horizontes en expansión y conceptos en ampliación, y su filosofía cósmica debe acelerar en su evolución para mantenerse al ritmo de la expansión de la arena intelectual del pensamiento humano. A medida que la conciencia cósmica del hombre mortal se expande, éste percibe la interrelación de todo lo que encuentra en su ciencia material, filosofía intelectual y discernimiento espiritual. Sin embargo, a pesar de toda esta creencia en la unidad del cosmos, el hombre percibe la diversidad de toda existencia. A pesar de todos los conceptos que conciernen la inmutabilidad de la Deidad, el hombre percibe que vive en un universo de cambio constante y crecimiento experiencial. Aparte de la comprensión de la supervivencia de los valores espirituales, el hombre tiene que tomar en cuenta constantemente las matemáticas y prematemáticas de la fuerza, la energía y el poder.
De alguna manera la eterna plenitud de la infinidad debe ser reconciliada con el crecimiento temporal de los universos en evolución y con la condición incompleta de los habitantes experienciales de los mismos. En cierto modo el concepto de la infintud total debe ser segmentado y cualificado de manera tal que el intelecto mortal y el alma morontial puedan aferrar este concepto de valor final y significado espiritualizador.
Aunque la razón exige una unidad monoteísta de realidad cósmica, la experiencia finita requiere el postulado de Absolutos plurales y de su coordinación en las interrelaciones cósmicas. Sin existencias coordinadas no hay posibilidad de aparición de diversidad de relaciones absolutas, no hay posibilidad para la operación de diferenciales, variables, modificadores, atenuadores, cualificadores y disminuidores.