Señor, mira mi mente y mi imaginación. Ayúdame a dominarlas para que reine la paz en mi interior.
Domínalas tú con tu santísima luz.
Calma ese mundo interior alocado y llévate lejos todo pensamiento que provoque angustias o nerviosismo.
Armoniza esas imágenes desordenadas que dan vueltas dentro de mí, para que pueda reflexionar serenamente, orar en calma y vivir sin preocupaciones inútiles.
Llena mi mente de pensamientos buenos y bellos, para que pueda recuperar la claridad interior y caminar en tu paz.
Quiero que seas tú el Señor de mi cabeza y que reines glorioso en mi vida interior. Amén.
V. M. Fernández