"Para la mayoría de los artistas, el acto de crear es solamente
un instinto; se sienten impulsados a expresarse, es una necesidad
para ellos, pero no se preguntan demasiado lo que esto les aporta
ni, sobre todo, lo que aporta a los demás. A menudo exponen, con
la mayor seriedad, algunas teorías que han esbozado. ¡Pero son
estas unas concepciones tan personales, tan limitadas! A eso no
se le puede llamar «creación». La verdadera creación empieza
con el conocimiento de las leyes del mundo psíquico y del mundo
espiritual, que son leyes mágicas; necesita pues tomar los
modelos en el mundo divino.
Ser artista, es tender hacia la perfección, la perfección de
los sentidos, la perfección de las formas, de los movimientos,
de los colores, de los sonidos, para abrir a los humanos las
puertas del mundo divino.
Por eso podemos decir
que los verdaderos artistas son los que buscan la espiritualidad. Éstos se hacen sin cesar
la misma pregunta: ¿cómo llegar a ser uno con la luz, uno con
la belleza, uno con el poder, uno con la vida universal?"
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)