"El que trata de poner a los demás al servicio de sus intereses
ganará ciertamente muchas cosas, pero todavía perderá más. En
todos los campos en los que uno mismo debería hacer esfuerzos
para obtener lo que desea, si no hace estos esfuerzos, ya sea
física o psíquicamente, sus facultades quedarán mermadas. Y
cada vez será más vulnerable: cuando no ejercitamos nuestras
facultades, las perdemos.
Mientras que el que adopta la
filosofía del esfuerzo individual, aprende a domar su voluntad y
se refuerza. Descubre cada día en él unas posibilidades que no
tenía conciencia de poseer, y con ello experimenta una alegría
que nada ni nadie le puede quitar.
Créeme, la filosofía del esfuerzo nos revela que la alegría
reside en el esfuerzo mismo. Por eso, no pidas a los demás lo
que debes hacer tu mismo; y si es posible, hazlo sin
su ayuda. Añadiré aún que no debes esperar que los esfuerzos
te sean impuestos desde el exterior. Eres tu mismo quien
debes imponértelo."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)