Jesús advierte a sus seguidores sobre las dificultades que vendrán. ¡Gran previsión!
Nunca fue fácil ser cristiano. Identificarse con Cristo implica padecer incomprensiones, rechazos, burlas, desprecios sociales.
Ante el testimonio cristiano, el “mundo”, muchas veces reacciona tratando de eliminar o silenciar la voz de los creyentes.
Aunque no faltan las persecuciones cruentas, lo más común en los países “cristianos” es el hostigamiento, la confabulación del silencio, la falta de respeto a nuestros símbolos religiosos, la burla de nuestras convicciones…
Toda situación ha de servir para manifestar la belleza de nuestra fe y su mandamiento supremo: el amor.