En tanto que disciplina espiritual, el tiro al arco requiere un
aprendizaje muy largo. Pero, incluso para aquél que no tiene
intención de practicarlo, es interesante estudiar las
correspondencias que se pueden ver entre esta disciplina y el
signo zodiacal de Sagitario, el arquero celestial.
Hay una
primera interpretación de este símbolo que salta a la vista: el
arquero es aquél que ha aprendido a defenderse y a defender a
los demás. Después, la flecha también puede ser la del
pensamiento que apunta una meta elevada y lejana, para
desencadenar las fuerzas de arriba. Pero para lograrlo, es
preciso que este pensamiento esté no sólo concentrado, sino
también impregnado por un sentimiento de amor.
En la medida en que ponen en relación el mundo de abajo y el
mundo de arriba, la meditación, la magia, pueden ser
consideradas como formas de tiro al arco. Desde el instante en
que ponemos nuestro pensamiento a trabajar, somos como un
arquero."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)
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