En esta Navidad no nos olvidemos de regalar muchas, pero muchas sonrisas cargadas de ternura, porque precisamente en estos días la gente está ávida de ellas, sonriamos con simpatía a esa cajera agotada del supermercado, al dependiente cansado de la tienda, al muchacho que nos cuida el auto, en fin, a todo aquel que a nosotros se acerque, la sonrisa es un bálsamo que alivia tensiones y hace que la persona que la recibe se sienta tomada en cuenta. Es un regalo que no cuesta nada y que enriquece tanto al que la da como al que la recibe.
“Si tan sólo más seres humanos pudieran conocer la bondad de Dios, serían conducidos al arrepentimiento por sus maldades y sabrían renunciar a todo pecado conocido. Todas las cosas buenas descienden del Padre de la luz, en quien no hay variabilidad ni sombra de cambio. El quiere que todos los hombres sean hermanos”1454 y a nosotros nos corresponde el demostrarlo en nuestra vida cotidiana.
¡ Qué diferente sería nuestra actitud si tomáramos consciencia que la Navidad es una celebración porque “Un Hijo Creador de Dios se ha vuelto uno de nosotros, de hecho es nuestro hermano mayor” 448 que con su vida nos vino a enseñar como ser verdaderamente hijos del Padre celestial porque “la comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes en el reino, tienen sed y hambre de perfección divina” 1683.
“Cristo Miguel no progresó hasta llegar a ser Dios, Dios no se transformó en hombre en cierto momento vital de su vida terrestre. Jesús fue Dios y hombre por siempre y para siempre. Y este Dios y este hombre eran y son uno, al igual que la Trinidad del Paraíso compuesta de tres seres es en realidad una Deidad. No olvidéis jamás el hecho de que el fin espiritual supremo de la encarnación de Miguel era el aumentar la revelación de Dios” 1331.
Tarea que El delegó en sus apóstoles y que ahora a nosotros apóstoles del siglo XXI nos corresponde continuar: El Maestro dijo: “Id a todo el mundo y predicad la buena nueva del reino. Liberad a los cautivos espirituales, confortad a los oprimidos y ayudad a los afligidos. Libremente habéis recibido, dad pues libremente” 1584
Por eso sobre todo en estos días demos mucho de nosotros mismos, que nuestros menores gestos estén llenitos de ese amor que Jesús ns trajo....
yolanda silva solano
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