Hemos comenzado un nuevo año civil y quién más, quién menos, hacemos algunos propósitos para este tiempo que comienza. Y si bien está bien el formular propósitos, es necesario que podamos cumplirlos, pues dicen que el camino al Infierno está sembrado de buenos propósitos.
¿Y cuál es el secreto de poder cumplir los buenos propósitos que hacemos a principios de año? El secreto está en poner las cosas en su lugar, sabiendo que sólo podremos cumplir con ellos, en la medida que dejemos a Dios que nos ayude a cumplirlos, porque es Él quien nos da la fuerza y todas las ayudas para concretarlos.
Pero entonces, si necesitamos la ayuda de Dios, tenemos que rezar más, pues todas las gracias nos vienen por medio de la oración. Así que si no rezamos, el Señor no nos ayudará, y seguiremos como siempre, o tal vez peor, porque en la vida espiritual uno nunca queda estancado, ya que o avanza o retrocede, o asciende o desciende