El canon bíblico es el conjunto de libros de la historia del pueblo judío que la tradición judeocristiana considera divinamente inspirados y que por lo tanto constituyen la Biblia. El canon bíblico cristiano está constituido por los cánones del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento. Existen diferentes opiniones respecto a la canonicidad de distintos libros de la Biblia como lo son los llamados libros Deuterocanónicos, algunas religiones los consideran apócrifos.
La palabra canon deriva del nombre griego κανών "kanon", que significa "caña" o "vara", o también "norma" o "medida", que a su vez se deriva de la palabra hebrea קנה "kaneh" que se utiliza a menudo como un estándar de medición. Por extensión pasó a significar «la norma recta» o correcta y la lista de los documentos o conceptos que conforman dicha norma.[1]
Historia del canon bíblico en la Iglesia católica[editar · editar código]
Fue en el Concilio de Roma del año 382, bajo el pontificado del papa San Dámaso I, cuando la Iglesia Católica instituyó el Canon Bíblico con la lista del Nuevo Testamento de San Atanasio y los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los LXX; ésta versión fue traducida del griego al latín por San Jerónimo (la Vulgata) por encargo del mismo papa San Dámaso I, que en la práctica sería la primera Biblia en el sentido concreto y pleno de la palabra. Posteriormente los Concilios regionales III de Hipona del 393, III de Cártago del 397 y IV de Cártago del 419, en los cuales participó San Agustín, aprobaron definitivamente dicho canon. En el año 405 esta lista fue enviada por el papa San Inocencio I al obispo Exuperio de Tolosa (en la Galia, hoy Francia), donde aparece el canon bíblico con los 73 libros ya existentes.
El concilio de Trento fijó el canon de la Iglesia católica declarándolo dogma[2] .
Hay varios documentos donde diversos autores daban sus opiniones sobre el Canon Bíblico que debería haber, antes de la decisión del Sínodo Romano del 382; luego la Iglesia se unificó en sus criterios. Cuando algunas iglesias particulares se separaron de la Iglesia católica formaron sus propios cánones como el caso de la Iglesia Etiópica, copta, etc. En este sentido el primer canon bíblico conocido es el denominado «canon de Muratori», descubierto en 1740 en Milán por el erudito Luis Antonio Muratori. Consiste en una lista de los libros neotestamentarios elaborada en Roma en el siglo III, aunque los investigadores opinan que puede ser una copia de un documento del año 175. Incluye el Apocalipsis, pero excluye la I Epístola de Clemente, entre otros, sin embargo, no admite la Epístola a los Hebreos y objeta el Pastor de Hermas, por no apostólico.[3]
El canon bíblico quedo establecido entrado el siglo IV.[4] El primer canon neotestamentario ampliamente aceptado fue el establecido por Atanasio de Alejandría (+373) «martillo de herejes», que incluye el Apocalipsis y la Epístola a los Hebreos. El canon fluctuó durante años, en diversos lugares, aceptando o rechazando el Apocalipsis y obras de Hermas o Bernabé.[5]
El Apocalipsis fue excluido del canon del obispo Cirilo, doctor de la Iglesia, y no se consideró sagrado en la Iglesia de Jerusalén. No se incluyó en el Concilio de Laodicea, ni lo aceptó Gregorio Nacianceno, uno de los padres de la Iglesia. Tampoco se encuentra en la vulgata siriaca Peshitta, de finales del siglo III; y en las copias conservadas del siglo V en adelante se excluyen también las epístolas II de Pedro, II y III de Juan, y la de Judas.[6]
Desarrollo del canon del Antiguo Testamento[editar · editar código]
El Antiguo Testamento o (AT) constituye la primera sección de las dos partes del canon cristiano e incluye en ocasiones los libros de la Biblia hebrea así como diferentes libros deuterocanónicos. Su contenido exacto difiere según cada denominación cristiana.
El Antiguo Testamento protestante es, en gran parte, idéntico al de la Biblia hebrea o Tanaj. Las diferencias entre la Biblia hebrea y el Antiguo Testamento protestante son pequeñas, y tienen que ver tan solo con la disposición y el número de libros. Por ejemplo, mientras la Biblia hebrea considera el libro de Reyes como un texto único, el Antiguo Testamento protestante lo divide en dos libros. De forma similar, Esdras y Nehemías se consideran un solo libro en la Biblia hebrea. Las diferencias entre la Biblia hebrea y otras versiones del Antiguo Testamento como el Pentateuco Samaritano, los cánones sírio o griego son mayores. La mayoría de estos cánones incluyen libros e incluso secciones de libros que los otros no poseen.