Una vez comprometido en el camino de la luz, esfúerzate por no
volver nunca atrás. Y para no volver atrás, el método más
seguro es el de mostrarse vigilante en los menores actos de la
vida cotidiana.
Es inútil concebir nobles proyectos si éstos no
son sostenidos y alimentados cada día por una buena actitud
interior, y también por un buen comportamiento exterior. Cada
pensamiento, cada sentimiento, cada acto es importante.
Debes
comprender bien que tu existencia es no sólo una
continuidad, sino también un conjunto en el que cada elemento
tiene conexiones secretas con todos los demás; ninguno está
aislado. La vida cotidiana constituye el pedestal sobre el que
construyes todos tus grandes proyectos.
Tanto si te
dedicas a la filosofía, como si te dedicas al arte, a la
política, a la ciencia, a la espiritualidad, no basta con que
llegues a adquirir competencias en estas diferentes materias,
es toda tu vida la que debe alimentar tu vocación."
(Omraam Mikhaël Aïvanhov)