Jesús, se retiraba a orar cada vez que debía tomar una decisión importante, como por ejemplo elegir a sus doce apóstoles. También estuvo rezando en el Huerto de los Olivos antes de enfrentar su tremenda Pasión.
Así también debemos preceder nosotros, y cuando tengamos que tomar alguna decisión importante, dediquemos un buen tiempo antes a la oración, porque el Señor nos quiere iluminar, pero si no le pedimos luz a través de la oración, no tendremos la claridad suficiente para acertar en la elección correcta.
Cuanto más recemos, tanto mejor haremos la elección apropiada, porque la oración aclara los más oscuros caminos, y el Señor no deja desamparado y a la deriva a quien se refugia en Él, y a Él le pide consejo mediante la oración.
No es que si rezamos vendrá un ángel a decirnos lo que tenemos que hacer, pero al menos tendremos suficiente luz para elegir lo correcto.
Por eso también es bueno rezar por los sucesos futuros, para que Dios ya desde ahora vaya predisponiendo las cosas para que todo se cumpla según su voluntad adorable.