“El proyecto para la elevación espiritual de las almas ascendentes del espacio es una creación conjunta del Padre y del Hijo, quienes, con la cooperación del Espíritu Infinito, están empeñados en la ejecución asociativa de su propósito divino. El Hijo Eterno no puede entrar en contacto directo con los seres humanos como lo hace el Padre a través del don de los Ajustadores, pero el Hijo Eterno se acerca a las personalidades creadas, mediante peldaños descendentes de filiación divina hasta llegar ante la presencia del hombre y a veces, como hombre él mismo."83
Fue lo que hizo a través de su Hijo creador en su séptimo otorgamiento, el cual permitió que Jesús viniera a enseñarnos como amar a Dios como nuestro Padre."El Hijo Eterno no viene al hombre mortal como la voluntad divina, el Espíritu residente que mora en la mente humana, en cambio el Hijo Eterno vino al hombre mortal de Urantia, cuando la personalidad divina de su hijo, Micael de Nebadon, se encarnó en la naturaleza humana de Jesús de Nazaret."86
Debido a las limitantes innatas a nuestra condición humana, estas verdades no son fáciles de asimilar y necesitamos de una gran dosis de fe, pero "si la mente finita del hombre es incapaz de comprender cómo un Dios tan grande y majestuoso, como el Padre Universal puede descender de su morada eterna en perfección infinita, para fraternizar con cada criatura humana, entonces tal intelecto finito debe hallar la certidumbre de la comunión divina en la verdad del hecho de que un fragmento real del Dios viviente reside en el intelecto de cada mortal urantiano de mente normal y moralmente consciente. El hombre no necesita ir más allá de su propia experiencia interior de contemplación del alma de esta presencia de realidad espiritual, para encontrar a Dios e intentar la comunión con él."62
A través del silencio interior, podemos ser capaces de percibir como se manifiesta la voluntad de Dios en nosotros y por medio de la "adoración, que es reconocer en nuestro Padre al Único y encontrar en Él la inspiración para servir a muchos."1616 podemos comprender un poco mejor, el inmenso amor del Padre Universal por cada uno de los seres humanos, pero esto no es suficiente, porque para que ese amor se manifieste, es preciso que nosotros en forma totalmente volitiva y consciente le demos nuestro consentimiento a través de nuestra mente. “La evolución material te ha proveído con una máquina vital, tu cuerpo, y el Padre mismo, te ha dotado de la realidad espiritual más pura, conocida en el Universo: tu Espíritu residente. Pero en tus manos, sujeto a tu libre albedrío, se te ha dado la mente y es por la mente, que vives y mueres. Es dentro de la mente y con la mente que tomas esas decisiones morales que te permiten alcanzar semejanza con el Ajustador, que es lo mismo, que la semejanza con Dios”.1216
Jesús es el Camino, pero nosotros en forma volitiva, debemos transitar por él con la ayuda de nuestro Espíritu residente porque " mientras vosotros estáis por naturaleza evolucionando hacia adentro y hacia arriba de hombre a Dios, los Ajustadores están por naturaleza evolucionando hacia afuera y hacia abajo, de Dios a hombre; así el producto final de esta unión de divinidad y humanidad será eternamente el hijo del hombre y el hijo de Dios."1196