"Es inútil e incluso peligroso internarse en el camino espiritual si no hemos comprendido hasta qué punto la naturaleza inferior del hombre es correosa, difícil de domar, y cuánta perseverancia, humildad y abnegación vamos a necesitar para trabajar sobre ella.
Muchas personas se imaginan que, a partir del momento en que han encontrado una enseñanza espiritual, progresarán rápidamente: leerán algunos libros, harán algunos ejercicios de concentración, de meditación, y con esto piensan que pronto aparecerán los resultados.
Desgraciadamente, no; ¡el dominio de la vida psíquica es mucho más difícil de lo que cree la gente! Es cierto que existe en cada ser humano la capacidad de renovación, de regeneración, de divinización, pero se trata de un proceso muy lento, y lo que cada uno puede hacer en esta existencia, depende del trabajo que ya haya emprendido y la constancia que tenga.
Aquél que no tenga conciencia de las dificultades con las que inevitablemente se va a encontrar, le resultará imposible progresar.
Entonces se sentirá decepcionado, sufrirá y hará sufrir también a los demás. Comprometerse en el camino espiritual exige paciencia, humildad y lucidez con respecto a uno mismo."
(Omraam M. Aivanhov)