Sólo sé que, en la oscuridad, me perdía
y, desde que te encontré, he encontrado
razones para vivir.
Sólo sé que, creía saberlo todo
y, desde que te encontré, comprendí
que me faltaba la auténtica sabiduría.
Sólo sé que, pensaba contemplarlo todo
y, desde que te encontré, todas las cosas
han recobrado otro color.
Sólo sé que, me sentía muy seguro de mí mismo
y, desde que te encontré, ya no camino
por arenas movedizas.
Sólo sé que, ahora más que nunca,
estoy hecho para la vida más allá de la muerte.
Sólo sé que, ante tanto fuego de artificio,
sólo Tú, Señor, eres la LUZ verdadera.
Sólo sé que, no hay mayor pecado que
el cerrarse a la gracia,
sabiendo que Tú la das gratuitamente.
Sólo sé que, no por solamente ver,
sigo creyendo y esperando en tus promesas
como el mayor de los milagros.
Sólo sé qué, vivía en un mundo vacío,
y Tú, con tu paso, lo has llenado todo.
Sólo sé qué, mis ojos me dictaban cómo era todo,
y mi corazón me susurraba que le faltaba "Alguien".
Sólo sé qué, aún viendo no te veía,
y ahora sin verte estoy más seguro de conocerte.
Sólo sé qué, el mundo puede dar respuesta
a mi ceguera física
pero, sólo Tú Señor, eres capaz de abrirme
el entendimiento y el corazón a lo verdaderamente
importante.
Ayúdame, Señor, a mirar con amor.
A ver las cosas como Tú las ves.
Y si es necesario, Señor, opérame
con el láser de tu gracia divina.
Amén.