Ayer, la cristiandad celebró el Domingo de Ramos, como el comienzo de una Semana Santa, que cada vez es más se ha convertido en un fin de semana largo para vacacionar...y donde lo más "santo" y cercano a Jesús, es que se cambia la carne de vacuno por un buen pescado...y ver las películas de la Pasión del Señor, que para estar al día con la época que estamos viviendo, cada día son más cruentas y violentas... es una pena que hasta en los momentos de devoción se alimente al monstruo de la agresividad y la morbosidad.
Cada año vuelve a repetirse la misma inconsecuencia, entre lo que se dice creer y lo que se hace...La misma multitud que con palmas y gritos de Hosanna, recibió al Maestro fue la que a los pocos días también a gritos pedía su cruxificción... al igual que hoy , que se cumple con los ritos... pero no se practica la enseñanza...
En estos días, Jesús debe sentir lo mismo que sintió ese día en su entrada triunfal a Jerusalen " cuando llegaron a la cumbre del Oliveto, donde se abría la vista panorámica de la ciudad con las torres del templo; allí el Maestro detuvo la procesión y un gran silencio cayó sobre todos mientras lo contemplaban llorar. Bajando los ojos a la vasta multitud que venía de la ciudad para recibirlo, el Maestro, con mucha emoción y con la voz entrecortada dijo: «¿Oh Jerusalén, si tan sólo hubieras conocido, aun tú, por lo menos en este, tu día, las cosas que pertenecen a tu paz, que podrías haber tenido tan libremente! "1882
La parte humana de Jesús, al igual que ahora lo sentimos nosotros, sintió la inmensa pena del abandono, de la incomprensión, de la sensación de fracaso que a veces nos supera...y Jesús lloró... al igual que lo hizo en el Huerto...pero sus lágrimas no fueron de rebeldía... sino de aceptación a la voluntad del Padre ... el cual no se rige por el tiempo nuestro.. Dios le deja tiempo al tiempo para que la semilla fructifique.
Nosotros no podemos quedarnos con sentimientos de derrota... porque a pesar de que el mundo está como los noticieros nos lo hacen ver.. nosotros, los urantianos, que hemos sido escogidos como voceros del Reino, tenemos la plena convicción que el deseo de Jesús, con nuestra ayuda se hará realidad porque"Ninguna fuerza del mal, ninguna hueste del pecado podrá prevalecer contra esta fraternidad humana del espíritu divino. Aunque el espíritu de mi Padre por siempre será la guía divina y el mentor de todos los que abrazan el vínculo de la hermandad espiritual, a vosotros y a vuestros sucesores entrego yo ahora las llaves del reino exterior, la autoridad sobre las cosas temporales y las características sociales y económicas de esta asociación de hombres y mujeres, como hermanos en el reino». 1747
Este mensaje está directamente dirigido a nosotros... los que hemos tenido el privilegio de conocer a Jesús a través deL Libro de Urantia.
yolanda silva solano