"Aunque a veces hay motivos para criticar a los dirigentes de un país y para burlarse de ellos, no es éste un método bueno para hacer que se vuelvan mejores y más competentes. Al contrario, acosándoles con pensamientos y sentimientos negativos, no sólo no arreglamos nada, sino que creamos en el invisible las condiciones para que puedan cometer más errores todavía y tomen decisiones cada vez menos acertadas para el país.
Si quieres ayudar verdaderamente a tu país, en lugar de fulminar continuamente con reproches al que está a la cabeza o de ridiculizarle, envíale luz. No puedes ayudar a todo tu país, porque es inmenso, pero basta con que ayudes solamente a un hombre y esto es más fácil; y este hombre hará el bien a todos, porque muchas cosas dependen de él.
Un hombre solamente es el que ha estado bien inspirado y todos los demás se benefician de ello. Los ciudadanos de un país deben tomar conciencia, por fin, de los lazos que existen entre ellos y sus dirigentes.
No basta con exigir esto, reclamar aquello, y rebelarnos si no lo obtenemos, debemos aprender a conocer los métodos más eficaces para obtener aquello que deseamos sin complicar las situaciones." (Omraam M. Aivanhov)