La verdadera bondad es como el agua, que todo lo bendice y nada daña
Libro de Urantia. Pág 1452
La agresividad tan común y conocida hoy en día y que se refleja no sólo en la agresión física, sino también en los malos modales, en la manera altisonante y orgullosa de expresarnos, en la indiferencia por lo que ocurre en nuestro derredor, tanto en las personas como en los acontecimientos, la frase tan común “no estoy ni ahí” es el símbolo de nuestra indiferencia y egocentrismo, que permiten que el mundo esté como lo vemos.
Cuando queremos cambiar algo. lo mejor es mirar lo opuesto... y lo más lejano a la agresividad es la bondad, que no es sinónmo de lo bueno ... porque encierra muchísimo más... es generosidad pura porque no obedece a ninguna otra ley que no sea el amor porque "la verdadera bondad es como el agua, todo lo bendice y nada daña. Ella busca los lugares más bajos, incluso aquellos niveles que otros evitan y lo hace porque se identifica con el Supremo"1452 y por lo mismo, no espera reconocimiento ni recompensa... sabe que lo que da es "porque la manifestación de Dios permanece en ella"1453
La bondad no juzga ni busca las causas, porque es tremendamente empática, se pone en el papel de la otra persona y se esfuerza por comprender y encontrar lo bueno en los demás, siendo solidario y ofreciendo no lástima, sino cariño y posibles soluciones.
La bondad es una inclinación natural, pero a la vez debe ser consciente porque el hacer el bien, precisa de una profunda comprensión de las personas y sus necesidades, requiere ser paciente y tener un ánimo equilibrado, porque sabe que hasta “una virtud, si se la lleva a extremos puede ser perniciosa”1673
La bondad, tiene como aliada a la ternura, ambas se manifiestan con sutilezas, a través de los pequeños gestos y detalles que le permiten desarrollar en cada persona, la disposición para agradar y complacer en la justa medida a todas las personas y en todo momento.
La bondad es una virtud tan importante para la evolución, que "en los mundos de estancia ángeles seráficos, proclaman la gran ley de la conservación y dominio de la bondad: Ninguna acción de bondad se pierde totalmente; puede ser frustrada durante mucho tiempo pero no se anula totalmente jamás, y es eternamente poderosa en proporción con la divinidad de su motivación..552
No tengamos miedo a ser cariñosos y demostrar nuestra ternura con peqeños gestos de amor y preocupación por nuestro prójimo...no esperemos ser recompesados por ello... porque sabemos que nada se pierde... porque la "recompensa que no recibamos en este nnundo, la recibiremos en el otro"1574
yolanda silva solano