Hojas del calendario
Acostumbro tener un calendario del cual día a día
arranco la hoja del día anterior.
Algo bastante simple, excepto cuando dejé
de hacerlo por un par de meses, y al tratar
de arrancar todas las hojas atrasadas
no pude hacerlo, pues una a la vez es fácil,
pero todas juntas es muy diferente.
Lo mismo sucede con nosotros cuando
no nos perdonamos día a día, o cuando
guardamos rencores o sufrimientos.
Muchas veces nosotros mismos
no nos perdonamos errores y decidimos
cargarlos en silencio, haciendo cada vez
más difícil la tarea de arrancarlos
de nuestras vidas.
Pero no acumules más hojas de tu vida;
decide hoy arrancarlas de ti y ser libre,
pues para eso fuiste hecho.
No acumules tus penas y camina hacia adelante
cada día, junto a quien ya pagó por todas
y cada una de faltas en una cruz.