"Sentir es una cosa, y pensar es otra, pero muy a menudo la sensación influye en el pensamiento. A veces, te puedes sentir agotado, lo que no tiene nada de anormal; pero he ahí que esta sensación desencadena en ti pensamientos de desánimo, de tristeza.
Pues bien, no, en tales momentos, la sensación no debe influir en el pensamiento, sino que debe ser tu pensamiento el que actúe sobre la sensación: incluso si no puede vencerla, mantenlo ahí como una luz, como un faro a lo lejos que te dice que vas a poder levantarte de nuevo.
Así pues, a pesar de tu cansancio y de tu agotamiento, debes creer en tu pensamiento y seguirle. ¿Tienes la sensación de que ya no queda ni una gota de energía en tu depósito?
En vez de dejarte abatir, recuerda que el depósito cósmico está lleno, y extrae de él con el pensamiento. Porque el pensamiento sirve también para esto: apenas hayas extraído algunas gotas de este depósito de energías, la llama de tu lamparilla, que se estaba apagando, brilla de nuevo."
(Omraam M. Aivanhov)