La medicina continuará progresando y los laboratorios seguirán fabricando nuevos medicamentos. Pero continuará habiendo virus y microbios, el aire seguirá aún contaminado, los alimentos seguirán estando más o menos manipulados, y sobre todo terribles tensiones psíquicas seguirán haciéndose sentir en el mundo. Así pues, toma precauciones para no sucumbir.
Cualesquiera que fueren los acontecimientos, procura preservar tu mundo interior. Acostúmbrate a echar un vistazo dentro de tí mismo, varias veces al día, para asegurarte de que nada amenaza tu equilibrio, tu estabilidad. Aunque sólo puedas consagrar a ello uno o dos minutos cada vez, es suficiente, hazlo . Y en cuanto sientas un trastorno, una indisposición, interviene. Retírate un momento a un lugar donde nadie pueda verte u oírte, cierra los ojos, concéntrate en una imagen que le hable a tu alma, pronuncia una fórmula que sepas que va a ayudarte a volver a tomar posesión de ti mismo.
Si te encuentras en la calle, puedes detenerte delante del escaparate de una tienda, como si observaras los objetos que se exponen. Y ahí también, cierra los ojos unos segundos tratando de aislarte con el pensamiento, y conéctate con el mundo de la armonía y de la luz. Después, prosigue tu camino... De esta manera aprendes, poco a poco, a neutralizar todas las corrientes negativas."
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