Muchas veces nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Debemos recordar que: Nada está escrito. Nada está hecho. Nada es imposible.
Todo depende de nuestra voluntad, don precioso de Dios. Es una fuerza que nos sale de adentro. Basta decir: "¡Sí, puedo!" a cada desafío. Cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de interponerse.
Si queremos... podemos llegar más lejos. Si queremos... podemos llegar más alto. Si queremos... podemos hacer lo que sea. Sólo hay que proponérselo, y trabajar para lograrlo. ¡Yo sé que tú puedes!
PORQUE CON DIOS TODO ES POSIBLE