Los mortales evolucionarios tienden a considerar la mente una mediación cósmica entre el espíritu y la materia, puesto que ése es en efecto el ministerio principal de la mente, por lo que vosotros podéis discernir. Por lo tanto es muy difícil para los humanos percibir que los Ajustadores del Pensamiento tienen mente, puesto que los Ajustadores son fragmentaciones de Dios en un nivel absoluto de realidad que es no sólo prepersonal sino también previo a toda divergencia entre la energía y el espíritu. En un nivel monista, que es antecedente a la diferenciación entre la energía y el espíritu, no podría existir ninguna función mediadora de la mente, porque no habría divergencias que necesitaran ser mediadas.
Puesto que los Ajustadores pueden planificar, trabajar y amar, han de tener poderes de yo conmensurados con la mente. Están poseídos por una habilidad ilimitada de comunicarse entre sí, o sea, todas las formas de los Monitores por encima de los grupos primeros o vírgenes. En cuanto a la naturaleza y propósito de su intercomunicación, muy poco podemos revelar, porque no sabemos. Sabemos ulteriormente que deben tener mente de alguna manera porque si no, no podrían jamás ser personalizados.
La dote de mente del Ajustador del Pensamiento es como la dote de mente del Padre Universal y del Hijo Eterno, la que es ancestral a las mentes del Actor Conjunto.
El tipo de mente postulado en un Ajustador debe ser similar a la dote mental de numerosas otras órdenes de entidades prepersonales que según se supone se originan de la misma manera de la Primera Fuente y Centro. Aunque muchas de estas órdenes no han sido reveladas en Urantia, todas exhiben cualidades mentales. Es también posible para estas individualizaciones de la Deidad original tornarse unificadas con numerosos tipos en evolución de seres no mortales y aun con un número limitado de seres no evolucionarios que hayan desarrollado la capacidad para la fusión con dichos fragmentos de la Deidad.
Cuando un Ajustador del Pensamiento se fusiona con el alma morontial inmortal en evolución del humano sobreviviente, la mente del Ajustador tan sólo puede ser identificada como persistiendo separada de la mente de la criatura hasta que el mortal ascendente alcanza los niveles espirituales de progresión universal.
En el momento del logro de los niveles de la experiencia ascendente de los finalistas, estos espíritus de la sexta etapa parecen transmutar algún factor mental que representa la unión de ciertas fases de la mente del mortal y del Ajustador que previamente habían funcionado como vínculo entre la fase divina y la humana de dichas personalidades ascendentes. Esta calidad experiencial de la mente probablemente se «suprematiza» y subsiguientemente aumenta la dote experiencial de la Deidad evolucionaria —el Ser Supremo.