La cita de hoy, marca la gran diferencia entre la religión del espíritu y las religiónes institucionalizadas, mientras éstas tienen normas, credos y dogmas que obligan a sus creyentes a volar en busca de una mayor perfección, pero las obligan a seguir a la bandada, en cambio la religión del espíritu al igual que el mítico "Juan Salvador Gaviota" permite a la persona volar siguiendo la dirección del propio Espíritu y ser capaz de tomar sus propias decisiones, aún a riesgo de equivocarse. Porque más que lo que se consigue, lo que vale es el esfuerzo sincero que se hace para conseguir lo que realmente queremos.
"El autodominio es la medida de la naturaleza moral del hombre y el indicador de su desarrollo espiritual. En el viejo orden, vosotros ayunabais y orabais; como criaturas nuevas, renacidas del espíritu, se os enseña a creer y a regocijaros. En el reino del Padre habréis de transformaros en criaturas nuevas; las cosas viejas habrán de perecer; he aquí que os muestro cómo todas las cosas se han de renovar. Y por vuestro amor mutuo, convenceréis al mundo de que habéis pasado de la esclavitud a la libertad, de la muerte a la vida eterna."1609
Esa libertad espiritual no se consigue sólo con oraciones, ellas deben estar acompañadas de la acción volitiva que nos va dando la confianza necesaria, no sólo para creer en nuestro Padre, sino también en nuestras propias posibilidades de avanzar en el Camino, sin tener la necesidad de recurrir a muletas que refuercen nuestro caminar, porque "la libertad verdadera es la búsqueda de las edades y la recompensa del progreso evolucionario. La libertad falsa es la decepción sutil del error del tiempo y del mal del espacio. La libertad duradera se basa en la realidad de la justicia, la inteligencia, la madurez, la fraternidad y equidad . La verdadera libertad es socia del genuino autorespeto; la falsa libertad es cónyuge de la autoadmiración. La verdadera libertad es el fruto del autocontrol; la falsa libertad, la suposición de la autoafirmación. El autocontrol lleva al servicio altruista; la autoadmiración tiende a la explotación de los demás para el engrandecimiento egoísta del individuo errado que está dispuesto a sacrificar el logro recto para tener poderío injusto sobre sus semejantes."614
Como podemos ver, el camino espiritual está siempre al filo de la navaja, lo que se hace no depende de sí mismo, sino de la intención íntima que nos guía a hacerlo, porque nosotros podemos engañar a los hombres, e incluso a nosotros mismos con pensamientos y acciones santurronas, pero a Dios no lo podemos engañar, el nos juzga por lo que realmente alberga nuestro corazón pues "Tan sólo la libertad verdadera y genuina es compatible con el reino del amor y con el ministerio de la misericordia."614
yolanda silva solano