Uno de los grandes daños que el
cristianismo le ha hecho a las enseñanzas y a la vida de Jesús, es recordarlo
clavado en una cruz, porque esto distorciona el verdadero sentido del
autootorgamiento de Jesús, pues " El no murió para rescatar al hombre de las
garras de los gobernantes apóstatas y de los príncipes caídos de las esferas. El
Padre en el cielo nunca concibió una injusticia tan burda, como la de condenar
un alma mortal por las malas acciones de sus antepasados. Tampoco fue la muerte
del Maestro en la cruz, un sacrificio consistente en pagarle a Dios una deuda
que la raza humana le debía. Jesús vivió y murió para todo un universo, no
solamente para las razas de este mundo."2016
Recordemos que "la naturaleza
de Dios puede estudiarse en una revelación de ideas supremas, el carácter divino
puede considerarse como una representación de ideales excelsos, pero la más
esclarecedora y espiritualmente edificante de todas las revelaciones de la
naturaleza divina, ha de hallarse en la comprensión de la vida religiosa de
Jesús de Nazaret, tanto antes como después de que alcanzara plena conciencia de
la divinidad."33
Jesús vino a enseñarnos la
alegría de vivir, porque cuando se cambia al Dios justiciero por el amor de un
Padre, sólo puede haber paz en el corazón porque "la verdadera religión es amor
vivo, una vida de servicio. La separación del creyente de mucho de lo que es
puramente temporal y trivial, no conduce nunca al aislamiento social y no
debería destruir jamás el sentido del humor. La religión genuina no quita nada
de la existencia humana, sino que agrega nuevos significados a la vida entera;
genera nuevos tipos de entusiasmo, fervor y valentía. Una de las características más sorprendentes de la
vida religiosa, es esa paz dinámica y sublime, esa paz que trasciende toda
comprensión humana, esa calma cósmica que simboliza la ausencia de toda duda y
confusión."1101 aún en medio de los problemas inevitables de la existencia
humana.
Hoy más que nunca, el mundo
necesita de nuestra paz interior y de nuestra alegría exterior, respondamos a la
petición de Jesús cuando nos pidió: "No describáis a vuestro Maestro como varón
de dolores. Las futuras generaciones deben conocer también nuestra felicidad
radiante, el entusiasmo de nuestra buena voluntad, y la inspiración de nuestro
buen humor. Proclamamos un mensaje de buenas noticias, contagioso en su poder
transformador. Nuestra religión late con nueva vida y nuevos significados. Los
que aceptan esta enseñanza se llenan de alegría y su corazón los impulsa a
regocijarse para siempre. Una felicidad en crecimiento constante es siempre la
experiencia de todos los que están seguros de Dios.1766
Si no somos capaces de brindar
paz y alegría a los que nos rodean, quiere decir que no hemos aprendido de esa
alegría que Jesús disfrutaba cuando estaba con sus amigos, porque "la felicidad
y el regocijo se originan en la vida interior. No puedes experimentar verdadero
regocijo completamente solo. Una vida solitaria es fatal para la felicidad. Aun
las familias y las naciones disfrutarán más de la vida si la comparten con
otros.1220
yolanda silva
solano
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