Amarse a uno mismo
Amarse a uno mismo implica sentirlo, decretarlo, saberlo, experimentarlo…
Amarte es ser gentil contigo. Conocer tu sombra y tus virtudes y honrarlas aceptándote tal cual eres mientras haces lo que te corresponde para seguir creciendo y trascendiendo a tu ego.
Amarte es abrazar tu cuerpo y asombrarte de su perfección y belleza absoluta.
Amarte es tener una comunicación asertiva contigo mismo. Usar palabras amorosas, llenas de cariño y compasión hacia ti.
Amarte es recordártelo constantemente. "Soy Amor y me amo."
Amarte es saberte merecedor de cosas buenas. Recibir la contención del Espíritu y abrir tus brazos diciendo: "Sí, acepto la prosperidad, merezco ser feliz."
Amarte es dejar de postergar eso que realmente deseas hacer y accionarte para llevarlo a cabo.
Amarte es decretar tu bienestar usando afirmaciones que te hagan atraer situaciones amorosas hacia ti.
Amarte es soltar las situaciones que te generan ansiedad y angustia y elegir experimentar amor.
Amarte es procurar relaciones que vibren en respeto, comunicación, alegría y amor.
Amarte es hacer cosas para ti. Consentirte, procurarte y divertirte de maneras creativas y alegres.
Amarte es protegerte y cuidarte. Nutrirte con relaciones armoniosas, alimentos llenos de vida y situaciones de vibración amorosa.
Amarte es estar en silencio y platicar contigo mismo. Dedicarte un tiempo para ti.
Amarte es accionarte a tu alrededor y ser amor para ti y los que te rodean.
Amarte es amar a los demás, elegir compartir en vez de competir; elegir comunicar en vez de pelear; elegir ser un guerrero de Luz en vez de oscuridad.
Amarte es amar a la Divinidad, pues eres Tú mismo, manifestado cósmicamente.
¿Qué te parece si a partir de hoy, dedicas tus pensamientos, acciones y energía a amarte?
Entre más amor te des, más amor percibirás a tu alrededor.
Es hora de llevar a la práctica esta reflexión. ¡Hazlo!