Para el
que ama a sus semejantes, es fácil ver una elocuente súplica de ayuda, en una
actitud de desaliento y desesperación.
Libro
de Urantia. Pág.1437
“Si
amamos a la gente, la gente se sentirá cercana a nosotros y no tendremos
dificultad alguna en atraerla, y llegaremos a ser la luz de vida para los que
estén a nuestro alrededor en la oscuridad, mostrando a todo aquel que lo desee,
el camino seguro para llegar al puerto de la salvación, 1432" porque “el
hombre superior no murmura contra el Cielo, ni alimenta rencores contra los
hombres" 1453 pues “para el que ama a
sus semejantes, es fácil ver una elocuente súplica de ayuda, en una actitud de
desaliento y desesperación."1437 pues el amor, tiene un poder adivinatorio para
descubrir las necesidades y carencias del ser humano. Amar y dar son sinónimos, son la misma cosa y
ambos encierran en si mismos, su propia plenitud y por lo tanto, no esperan
recompensa alguna.
“Conocer
a nuestros hermanos y hermanas, entender sus problemas y aprender a amarlos, es
la suprema experiencia de la vida, porque ningún hombre, es extraño para el que
conoce a Dios." 1431 Pero para conocer a nuestros hermanos, debemos dejar la
prisa del diario vivir y aprender a escucharlos, debemos tener la empatía
necesaria, para entender sus problemas y con nuestra palabra cariñosa y sabia,
mostrarles el camino, porque “nuestras vidas y nuestras enseñanzas están
destinadas a ser patrimonio común de todas las religiones y de todos los
pueblos." 1330 Pero debemos tener el tino necesario, para entregar la
enseñanza, en el momento preciso y en la forma adecuada, porque “el tacto es el punto de apoyo de la
influencia social y la tolerancia es el distintivo de un alma
grande."1740
Tenemos que imitar a Jesús
que nunca cometió el error de enseñarles demás, no precipitó su confusión
presentándoles una verdad que rebasara su capacidad de comprensión."1535 Debemos
aprender “la técnica, que El acostumbraba a utilizar, en sus relaciones sociales
y que consistía, en extraer las opiniones y los sentimientos, de los seres con
quienes conversaba, haciéndoles preguntas y luego escuchando lo que ellos
querían decirle. Jesús sabía escuchar y
amaba hacer algo útil, aun en cosas pequeñas y con toda clase de gente. Cuando esos seres inadaptados le contaban a
Jesús sus problemas, él siempre sabía ofrecer sugerencias practicas y útiles
para corregir los problemas auténticos, sin dejar por ello, de pronunciar
palabras de consuelo inmediato y de bienestar del momento" 1461 debemos imitar a
Jesús y acercarnos a nuestros hermanos con la mano suave, porque la gente es
frágil, debemos entregarles bondad y belleza, además de verdad. En el sermón
del monte, Jesús no sólo impartió su palabra divina, también dió de comer a la turba hambrienta. Esto es tener empatía,
no entregar lo que nosotros queremos, sino ponernos en el lugar de la otra
persona y pensar que es lo que ella necesita recibir, respetando sus creencias,
sumando en vez de restar, porque Jesús no vino a destruir sino a construir, El
vino a poner levadura en las viejas tradiciones.
yolanda silva solano