No hay limitación definitiva
que te haga ser menos humano que otro,
no hay un final negro en tu vida
a menos que tú seas el autor...
No hay fracasos en tu camino
solo la forma con que miras la vida,
no hay nada que te impida ser feliz,
ni los trastornos más negros de la vida,
ni las tormentas que te ofrece el destino.
Tienes el arma más poderosa del mundo
un día tras otro para volver a empezar,
dejando atrás amarguras y fracasos
para obtener un mañana mucho mejor.
Si le pides al Padre que sea tu guía,
tu vida y tu rumbo serán mucho mejor
porque Él es el dador de la vida,
y lo que Él te enseña
se aprende mucho mejor
Lo que Él te brinda es siempre perfecto,
sólo se daña si intervienes tú en su plan,
porque Él conoce el por qué de tu vida,
y Él ha creado hasta lo más privado en ti.
Él te conoce de adentro para fuera
y sabe hasta dónde tú puedes llegar.
No trates nunca de aligerar tu vida
pues si lo haces, la puedes dañar,
pídele a Dios te de sabiduría
para la vida poder disfrutar plenamente,
para despierte tu conciencia,
para que encuentres el camino
de regreso a tu interior.