Carta de un empresario a su hijo
No persigas el éxito, persigue las experiencias, y estas te llevarán a él
Hijo, existe una correlación entre la adversidad y el éxito, y generalmente las personas de éxito han tenido que superar muchas adversidades. El camino del éxito está lleno de reveses, siendo estos los verdaderos maestros, y cada revés será un paso más hacia el éxito, porque te enseñará una forma más de cómo no fracasar. Si de diez cartas sobre la mesa, una es el As que estás buscando, puedes fallar más de una vez; pero nunca más de nueve. Cada carta que no sea el As que estás buscando será un fracaso; pero estarás aumentando las posibilidades de que la siguiente sea tu As: ¡tu carta del éxito! Por eso no persigas el éxito, persigue las experiencias, y estas te llevarán a él.
No creas que el éxito garantiza éxito. Son muchos los hijos de padres millonarios que estudiaron en los mejores colegios, que tenían todos los contactos, y teniendo todo a su favor, fracasaron. ¿Por qué? Quizás tenían todo; pero les faltaba una cosa: darse cuenta de que el éxito no dependía de sus padres o de otros, sino de ellos mismos. ¡El éxito es democrático! Por eso el éxito, depende más que nada de ti mismo, y es como la llave de la casa; siempre la llevas contigo, y solo tienes que encontrar tu puerta y abrirla.
Cuando yo decidí iniciar mi vida empresarial "pateando calle", te confieso que si yo hubiera sabido en ese momento lo difícil que iba a ser el camino, quizás nunca lo hubiese emprendido; pero para cuando te das cuenta y miras hacia atrás viendo el camino recorrido, no puedes hacer otra cosa que seguir. Quizás, en ese momento emprendí el camino gracias a que era un poco miope y soñador; pero eso sí, con una firme voluntad de recorrerlo, sabiendo que pasase lo que pasase, no desistiría, haciendo de ese compromiso un fortín que estaba dispuesto a defenderlo ante cualquiera de las tormentas que lo azotaran en los días en que te consumen la desidia, las dudas, la pereza, la desilusión, la inseguridad y el miedo.
Además, siempre fui positivo y optimista, pues considero que esto no es una opción, sino una necesidad; es la energía que provoca el triunfo. La negatividad es por el contrario la energía del fracaso. Es como si estás en el mar y viene una ola. ¿Es bueno o es malo? Si estás encima de ella es una fuerza impulsadora que te llevará lejos, si estás debajo te aplastará y te arrastrará. La clave está en cómo usas y aprovechas la fuerza de la ola. Yo siempre vi la ola como una gran oportunidad.
¿Era el momento correcto para iniciar mi vida empresarial? No lo sabía, pero sí puedo decirte que las personas de éxito no triunfan porque hicieron cosas cuando el momento era el más adecuado, sino porque las hicieron a pesar de no serlo. Y por ello, me lancé al agua sin saber nadar; pero con la firme convicción de que se aprende a nadar nadando, y se aprende a ser exitoso fracasando; así que nunca vas a ser exitoso, si nunca comienzas. Es como hacer el amor guiándote por un libro, es como conducir un coche sin el coche, es como tener los planos y no tener la casa. El éxito pasa por cuantificar cosas concretas, por dar pasos reales, por ir desde la idea hacia la acción.
Hijo, todos tenemos la semilla del éxito, la diferencia es que algunos la siembran, la riegan y la cuidan hasta que la ven germinar; otros ni siquiera la siembran, otros cuantos no la riegan, y solo una minoría está dispuesto a pagar el precio para verla germinar; y no importa cuántas semillas sembraste, sino cuántas lograste convertirlas en árboles.