EJEMPLO PARA FLORECER
Quetzacóatl fue hasta el valle que regaba el río Tepeji, era
la época de las flores y las gentes las recogían para llevarlas al
altar de los sacrificios:
Y El les platicaba así:
Hombres y mujeres: Nunca aprenderán. ¿Acaso piensan
alabar al Cielo tomando algo que El puso con un fin sobre la
Tierra?
¿Creen de veras que destruyendo la vida de estos seres,
halagan a Nuestro Creador? Estas criaturas no fueron puestas
sobre la Tierra para tomarlas y abusar de ellas por ser
inferiores, al igual que tampoco lo fueron los animales, ni los
pájaros, y mucho menos sus hermanos los hombres.
Si realmente necesitan de las plantas o de los animales
para alimentarse, tomen sólo aquello que puedan comer, mas
no se dejen llevar por la avaricia porque ello desequilibra la
Tierra.
Si quieren levantar un altar al Eterno, tomen por altar la
misma Naturaleza y cuídenla; porque más alegrarán a su Dios
dejando cada flor y cada animal y cada hermano suyo, donde
están, que cortando sus vidas. ¿A poco no comprenden que se
llevan la muerte y dejan la vida?
Miren las flores cómo se visten de todos los colores y
cómo vibran al sol. Miren cómo alegran el valle. ¿No es ya éste
un altar? Déjenlas pues, y tomen su ejemplo para florecer.
Y sean ustedes las flores que decoren los templos, porque
es verdad que un pobre jacal lleno de Amor supera al mayor
palacio lleno de flores.
Dejen pues ya las apariencias y no se engañen poniendo
bellas fachadas por fuera de sus corazones.
Del libro:Así Hablaba Quetzacóatl