Si las
diferentes religiones reconocen la soberanía espiritual de Dios el Padre, todas
ellas permanecerán en paz.
Libro
de Urantia. Pág.1486
Las
religiones deberían ser el principal foco que irradiara la paz al mundo, sin
embargo a lo largo de la historia hasta nuestros tiempos, vemos que ellas han
sido y siguen siendo alimento para la intolerancia llevada al extremo, pues no
se respetan los derechos humanos más elementales. En nombre de Dios se mata con
una crueldad que no tiene límites.
La
historia del mundo sería muy diferente si sus adherentes tuviesen en cuanta que
de "las muchas religiones de Urantia son todas buenas en cuanto llevan al hombre
hacia Dios y traen la comprensión del Padre al hombre. Es un error para
cualquier grupo de religiosos concebir que su credo sea La Verdad; esa
actitud habla más de arrogancia teológica que de certidumbre en la fe. No existe
religión en Urantia que no pudiera aprovechar el estudio y asimilar lo mejor de
las verdades contenidas en cada una de las otras fes, porque todas contienen
verdades. Los religiosos harían mejor en pedir prestado lo mejor de la fe
espiritual viva de sus vecinos en vez de denunciar lo peor en las supersticiones
y los ritos desgastados."1012
Jesús
no vino a destruir ningún credo, tmpoco nos pide uniformidad de creencias, por
el contrario aboga por la plena libertad de conciencia porque"la religión del
Espíritu nos deja por siempre libres para buscar la Verdad, donde quiera que nos
lleve la guía de nuestro Espíritu residente."1431
"El
Padre Universal nunca impone ninguna forma de reconocimiento arbitrario, de
adoración formal, ni de servicio servil a las criaturas volitivas inteligentes
de los universos. Los habitantes evolucionarios de los mundos del tiempo y el
espacio deben por sí mismos y en su corazón reconocerle, amarle, y
voluntariamente adorarle. El Creador rehusa ejercer coerción o imponer la
sumisión al libre albedrío espiritual de sus criaturas materiales. La afectuosa
dedicación de la voluntad humana a hacer la voluntad del Padre, es el regalo más
selecto que el hombre puede hacer a Dios; en efecto, tal consagración de la
voluntad de la criatura constituye la única dádiva posible de verdadero valor
que puede hacer el hombre al Padre Paradisiaco. En Dios, el hombre vive, se
mueve, y tiene su ser; no hay nada que el hombre pueda dar a Dios excepto esta
elección de atenerse a la voluntad del Padre, y estas decisiones, efectuadas por
las criaturas volitivas inteligentes de los universos, constituyen la realidad
de esa adoración auténtica que es tan satisfactoria para la naturaleza del Padre
Creador dominada por el amor."22
Nuestras creencias actuales ¿cumplen con estos requisitos de
libertad espiritual personal y de tolerancia y amor hacia los que no piensan
como nosotros?
yolanda silva solano