El racismo es el mal endémico en la historia de nuestro planeta,
en su nombre y en de la religión, se han cometido y se siguen cometiendo los
crímenes más aberrantes. Lo que está ocurriendo en Ferguson no parece propio
del siglo XXI porque la inseguridad social, las tensiones raciales se resisten
a desaparecer, por el contrario se están esparciendo a otros estados, probando
así que el racismo sigue latente, porque las leyes sirven de muy poco cuando los
corazones están llenos de odios y diferencias.
La pobre mentalidad humana, no es capaz de comprender que no
estamos solos, que pertenecemos a un Conglomerado, en donde todo tiene un orden
y una motivación, “la evolución en Urantia siempre entraña un propósito, nunca
es fortuita” 730 Porque a pesar de todas estas miserias humanas, nuestro
destino es divino y lo podríamos aplicar si comprendiéramos mejor el por qué de
las razas.
Bajo ese prisma “existen muchos buenos y suficientes
motivos que explican el plan de evolución de tres o seis razas de color en los
mundos del espacio. Aunque los mortales de Urantia, tal vez no puedan apreciar
plenamente los motivos, quisiéramos llamar la atención sobre lo
siguiente:
1.-La variedad es indispensable para permitir un funcionamiento
amplio de la selección natural, la supervivencia diferencial de las cepas
superiores.
2.- Se obtienen razas mejores y más fuertes, como resultado del
cruzamiento de diversos pueblos, cuando estas distintas razas son portadoras de
factores hereditarios superiores. Las razas de Urantia se habrían beneficiado
mediante una amalgama temprana, siempre y cuando estas cepas amalgamadas
hubieran podido posteriormente mezclarse ampliamente con la cepa superior
adánica. El intento de hacer un experimento de esta índole en Urantia, bajo las
condiciones raciales de hoy día, sería altamente
desastroso.
3.-La diversificación de las razas, incita saludablemente a la
competencia.
4.- Las diferencias en el nivel social de las razas, son
esenciales para el desarrollo de la tolerancia humana y el
altruismo.
5.- La homogeneidad de la raza humana, no es
deseable, hasta que los pueblos de un mundo evolutivo logren niveles
comparativamente altos de desarrollo espiritual” 726.
Debemos leer y releer varias veces este mensaje entregado por un
Portador de Vida, residente en Urantia, para poder comprender el plan divino,
que se basa en la selección natural de las cepas superiores y para el cual se
requiere tiempo y un gran desarrollo
espiritual.
Por eso, antes de juzgar con liviandad las
enseñanzas del Libro de Urantia y tacharlo de racista, debemos ampliar nuestra
conciencia y pensar en ese plan divino que a nuestras mentes finitas le es muy
difícil de comprender, porque nos falta la capacidad de vislumbrar lo infinito y
el verdadero deseo de superarnos a nosotros
mismos.
yolanda silva
solano