Debéis crecer
espiritualmente como los niños crecen físicamente en este mundo.
Libro de Urantia. Pág.1840
A estas alturas seguramente ya tenemos comprados casi todos los regalos y nuestras
tarjetas han sufrido las consecuencias...pero aun nos quedan otros regalos que
no cuestan dinero y compran la felicidad. .. Seamos atentos y cariñosos sobre
todo con los que nos sirven durante todo el año y que hacen nuestra vida más
fácil. Brindemos nuestras sonrisas cariñosas, a la cajera cansada del súper, a
quien nos cuida el auto, a quien cada semana recoge nuestra basura... personas
anónimas que necesitan mucho de gotitas de ternura... seamos generosos en
nuestras propinas... pero no nos olvidemos que ellas deben estar impregnadas de
amor, paz y alegría
Recordemos que nuestro Padre quiere que “todos
los hombres seamos hermanos”1454 A nosotros nos corresponde el demostrarlo con
nuestros gestos en nuestra vida
cotidiana.
¡ Qué diferente sería nuestra actitud si tomáramos
conciencia que la Navidad es una celebración, porque “Un Hijo Creador de Dios se
ha vuelto uno de nosotros, de hecho es nuestro hermano mayor” 448 que con su
vida nos vino a enseñar como ser verdaderamente hijos del Padre celestial,
porque “la comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de
pecar. Los creyentes en el reino, tienen
sed y hambre de perfección divina” 1683.
“Cristo
Miguel no progresó hasta llegar a ser Dios, Dios no se transformó en hombre en
cierto momento vital de su vida terrestre.
Jesús fue Dios y hombre por siempre y para siempre.·”1331 Pero este Hijo de Dios decidió
aparecer ante nosotros como un niño, para conocernos mejor y a la vez para
enseñarnos que si queremos ascender en nuestra escala evolutiva, debemos
aprender en esta vida a renacer...
Renacer. volver a ser niños es dejar los prejuicios y buscar la
simplicidad que ellos tienen. Los niños
no conocen el odio ni el rencor. Volver a ser niños es encontrar la felicidad en
las cosas pequeñas del diario vivir.
Volver a ser niños es acercarnos a Jesús con sinceridad porque “las
llaves del reino son sinceridad, más sinceridad y más sinceridad”
435.
Que esta Navidad,
sea diferente a todas las que hemos vivido, preparemos nuestro corazón para que
sea una digna morada en el cual Jesús pueda volver a nacer. Entreguémosle nuestra voluntad para que su
voluntad se realice libremente en nosotros y podamos así recibir el inmenso amor
que El trajo a Urantia y que ahora en su nombre, debemos derramar sobre nuestros
hermanos, porque la tan ansiada paz y el amor sólo llegarán cuando tú y yo
seamos mejores.
yolanda silva solano