En la hermandad de Jesús no hay lugar para rivalidades
sectarias, resentimientos de grupo ni afirmaciones de superioridad moral e
infalibilidad espiritual.
Libro de Urantia. Pág. 2086
"La humanidad,
necesita ver a Jesús vivir nuevamente en la tierra, en la experiencia de los
mortales nacidos del espíritu que efectivamente revelen el Maestro a todos los
hombres
La cultura
moderna debe volverse espiritualmente bautizada con una nueva revelación de la
vida de Jesús e iluminada con una nueva comprensión de su evangelio de salvación
eterna”2089. La comprensión de la enseñanza debe manifestarse en nuestro actuar
cotidiano.
Los discípulos de Jesús deberían ser más que
conquistadores, aun fuentes colmadas de inspiración y de un vivir elevado para
todos los hombres. La religión es tan
sólo un humanismo exaltado, hasta que se la haga divina, mediante el
descubrimiento de la realidad de la presencia de Dios en la experiencia
personal.”2084 Deberíamos
considerarnos priviligiados por tener la tremenda oportunidad de ser cocreadores
con Dios de este nuevo orden que Urantia necesita. .
Ningún sistema social ni régimen político que niegue la
realidad de Dios, puede contribuir en forma constructiva y duradera al avance de
la civilización humana, porque "el llamado a la aventura de
construir una sociedad humana nueva y transformada por medio del renacimiento
espiritual de la hermandad jesuística del reino, debería causar emoción a todos
los que creen en
él.”2089
Deberíamos comenzar por la educación, porque ella
podría ayudar en este gran renacimiento espiritual, si prestara más atención a
la labor de enseñar a los jóvenes cómo se realiza la planificación de la vida y
el progreso del carácter. El objeto de toda la educación debería ser, fomentar y
avanzar el propósito supremo de la vida, el desarrollo de una personalidad
majestuosa y bien balanceada. Es muy necesario enseñar disciplina moral, en
lugar de tanta autogratificación. Sobre tales cimientos, la religión del
espíritu podría contribuir con su incentivo espiritual a la expansión y
enriquecimiento de la vida mortal, aun a la certeza y engrandecimiento de la
vida eterna.”2086"
Esta tarea no está encomendada a otros, sino que cada uno de
nosotros debe hacer su parte, si en verdad queremos ser partícipe de la
eternidad, pues "la hermandad invisible del reino, bien podría incluir a estos
grupos familiares de distintas clases sociales. Pero en esta hermandad de Jesús
no hay lugar para rivalidades sectarias, resentimientos de grupo ni afirmaciones
de superioridad moral e infalibilidad espiritual.” 2086
Permanezcamos unidos a
Jesús y tengamos fe y plena confianza en
los planes divinos, pues "el objetivo de la eternidad nos aguarda. La aventura
del logro de la divinidad se encuentra frente a nosotros. La carrera de la
perfección está en marcha. Quien quiera que lo desee, puede correr y la victoria
certera, coronará los esfuerzos de cada ser humano, que participe en la carrera
de la fe y la esperanza, dependiendo a cada paso de la dirección del Espíritu
residente y de la guía de ese buen espíritu del Hijo del Universo, que
generosamente ha sido derramado sobre toda la carne.”365