La comprensión
de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes del Reino
tienen sed de rectitud y hambre de perfección divina.
Libro de
Urantia. Pág.1683
“La filiación en el reino, desde el
punto de vista de la civilización en avance, debería ayudaros a volveros
ciudadanos ideales de los reinos de este mundo, puesto que la hermandad y el
servicio son el pilar del evangelio del reino. El llamado al amor del reino
espiritual debería actuar como destructor eficaz del impulso al odio de los
ciudadanos descreídos y propensos a las guerras de los reinos terrestres. Pero
estos hijos que se preocupan de los bienes materiales y que se hallan en las
tinieblas, nunca van a saber nada de vuestra luz espiritual de la verdad, a
menos que os acerquéis a ellos con ese servicio social altruista que es la
consecuencia natural de rendir los frutos del espíritu en la experiencia de vida
de cada creyente. “1930
La
espiritualidad no puede estar ajena a lo que ocurre en el mundo, porque es la
arena donde debemos librar nuestras luchas personales, colectivas y cósmicas.
No podemos olvidar que nuestras acciones tienen una especial repercusión en el
cumplimiento de las metas del Supremo, pues aun cuando “el hombre no se une con
el Supremo sumergiendo su identidad personal, las repercusiones universales de
la experiencia de todos los hombres forman parte de esta manera de la
experiencia divina del Supremo. «La acción es nuestra las consecuencias, de
Dios».”1280
Sentirse hijo
de Dios es fácil, pero somos poco conscientes que no puede haber filiación
alguna, sin tener en cuenta que ello implica la hermandad no sólo a los que
piensan como nosotros, sino de una manera especial con quienes no lo hacen.
¿Qué gracia tiene amar a quienes nos aman? El desafío es ver en cada ser humano
a un hijo de Dios, sin importar su raza ni credo.
“Cada hijo de
Dios comparte su paternidad, y Dios ama a cada uno de sus hijos de la misma
manera; no hace diferencia de los destinos ascendentes. tanto como no hace
diferencia de las criaturas que logran tales destinos. El Padre ama a cada uno de sus hijos. La filiación es la relación
suprema de la criatura con el Creador.”480 Y cuando eso se comprende, es
imposible el sentir rencor o indiferencia hacia cualquier ser humano, porque “la
comprensión de la filiación es incompatible con el deseo de pecar. Los creyentes
del Reino tienen sed de rectitud y hambre de perfección
divina.”1683
¿Es esto lo
que sentimos en medio de los afanes de nuestra vida
diaria?????
yolanda silva
solano