Nombrar las
virtudes, no quiere decir definirlas, pero vivirlas es
conocerlas.
Libro de Urantia.
Pág.193
La virtud no es sólo conocimiento, ni siquiera
sabiduría, sino más bien la realidad de la experiencia progresiva, en el logro
de los niveles ascendente de alcance cósmico.”193 Recordemos que “toda virtud,
si se la lleva a extremos, puede convertirse en vicio. Jesús siempre predicó la
moderación y enseñó la constancia y una adaptación proporcional a los problemas
de la vida. Hizo notar que el exceso de compasión y piedad puede degenerar en
una grave inestabilidad emocional y que el entusiasmo puede conducir al
fanatismo.”1573
La comprensión es progresiva, por eso no debemos
aferrarnos a nuestras verdades relativas, porque al hacerlo nos estamos
estratificando, deteniendo nuestro avance, porque el crecimiento espiritual emana desde el
interior del alma en evolución y este crecimiento es lento y paulatino y
se realiza en el día a día, porque “el
hombre crece conscientemente desde lo material hacia lo espiritual, por la
energía, el poder y la persistencia de sus propias decisiones.”1282 porque
“las fuerzas del mundo espiritual no obligan
al hombre, le permiten tomar el camino de su elección. 1802”
Lo material no debe ser nunca rechazado o
menospresiado, porque es el terreno donde se cultiva lo espiritual por la libre
opción personal y no por mandato alguno. “El verdadero arte es la manipulación
efectiva de las cosas materiales, porque la religión es la transformación
ennoblecedora de los hechos materiales de la vida.”
2082
El crecimiento no busca ni necesita la aprobación
ajena, porque en la medida que se crece espiritualmente, se comienza a vivir la
verdadera libertad, esa que nos permite tomar conciencia de que cada uno, es
dueño de su propio destino, esto asusta a muchos, porque esta libertad
espiritual elimina las excusas, las quejas, el culpar a otros, porque se tiene
conciencia que todo lo que nos ocurre, no es más que Efecto de las Causas que
hemos creado. Entonces, “la
espiritualidad se vuelve de inmediato el indicador de la propia cercanía a Dios
y la medida de nuestra propia utilidad para con los semejantes.1096” porque no
es posible regocijarse en la paternidad de Dios, si se rechaza la fraternidad de
los
hombres-“1454
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