Mi Padre requiere
que todos los hijos de la fe rindan muchos frutos del
espíritu.
Libro de Urantia.
Pág.2054
Ha pasado el tiempo
pero los seres humanos seguimos teniendo las mismas dudas que Nicodemos tuvo en
su conversación con Jesús, cuando le dijo: “¿cómo puedo comenzar a captar este
Espíritu que ha de rehacerme en preparación para entrar en el Reino? Respondió
Jesús: el espíritu del Padre del cielo ya reside en ti.
“Si te dejas conducir por este espíritu que viene de lo alto, muy
pronto comenzarás a ver con los ojos del espíritu. Cuando esto ocurra y tú
elijas de todo corazón seguir la dirección del espíritu, nacerás del espíritu,
puesto que tu único propósito del vivir será hacer la voluntad de tu Padre que
está en el cielo. Al encontrarte nacido del espíritu, y feliz en el reino de
Dios, comenzarás a rendir en tu vida diaria los frutos abundantes del espíritu”
1602
Los frutos del espíritu no son ni la clarividencia, ni el don de
lenguas, ni nada por el estilo, pues muchas veces, “demasiado de lo que surge de
los niveles inconscientes de la mente humana, se interpretan erróneamente como
revelación divina y guía espiritual.”1099 Los frutos del espíritu son algo
absolutamente práctico y no tan fácil de llevar a cabo en forma volitiva y
persistente, pues “los frutos del espíritu divino cosechados en la vida de los
mortales nacidos del espíritu y conocedores de Dios son: servicio amante,
devoción altruista, lealtad valiente, justicia sincera, honestidad esclarecida,
esperanza sin fin, confianza incondicionada, ministerio misericordioso, bondad
infalible, tolerancia clemente y paz duradera. Si los creyentes profesos no
rinden estos frutos del espíritu divino en su vida, están muertos. El Espíritu
de la Verdad no está en ellos; son ramas inútiles de una vid viva y pronto serán
podadas. Mi Padre requiere que todos los hijos de la fe rindan muchos frutos del
espíritu”2054
¿Cómo anda nuestra
cosecha????
yolanda silva
solano