Hay una tremenda diferencia entre la información y la comprensión, es más o menos como el oir y el escuchar. La información es un dato intelectual que en el mejor de los casos queda en la memoria, en cambio la comprensión requiere de atención e involucra los sentimientos, es una aptitud que requiere no tanto de estudio, como de estar dispuesto a comprender el significado de lo que se escucha o se lee, porque “no es tan importante que conozcáis el hecho de Dios como que crezcáis cada vez más en la habilidad de sentir la presencia de Dios.”1733
Muchas personas leen el Libro de Urantia con el entusiasmo que se lee una novela de ficción y les encanta conocer de lo que nunca antes se había hablado, pero pocos trascienden lo que hay detrás de esa lectura, porque comprender no es conocer ni estudiar un hecho desconocido, comprender es adueñarse de ese conocimiento e incorporarlo a nuestra vida como una experiencia personal, que más temprano que tarde se manifestará en nuestra vida cotidiana. Jesús dijo que “si proclamamos las verdades del espíritu, el Espíritu atestiguará en vuestro corazón que nuestro mensaje es genuino.”1601
En cambio “e
l orgullo de la erudición no espiritualizada, es cosa traicionera en la experiencia humana”1433 Nada sacamos con leer una y otra vez el LU y poder hablar con la propiedad de un conocedor, si llegado el momento de recibir una ofensa somos incapaces de perdonar... si carecemos de empatía con nuestros hermanos...si no cuidamos nuestro planeta... si no hacemos nada por la Paz Mundial...
“Nombrar las virtudes, no quiere decir definirlas, pero vivirlas es conocerlas. La virtud no es un solo conocimiento, ni aun sabiduría, sino es más bien la realidad de la experiencia progresiva en el logro de los niveles ascendentes de alcance cósmico.193”
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