Se necesita un
carácter grande y noble para cambiar de opinión y retomar el camino recto
después de haber empezado mal.
El Libro de Urantia, Pág. 1981
Si somos lentos para cambiar nuestros hábitos, nos
cuesta mucho más cambiar de opinión,cuántas veces
permanecemos a sabiendas en medio del mal, por la sola tosudez de no dar nuestro
brazo a torcer. Nos resulta demasiado difícil el disculparnos frente a quienes
hemos ofendido, por el sólo orgullo de no querer reconocer que nos
equivocamos... Y lo que aún es peor cuántas veces nos autoengañamos creyendo que
porque sabemos un poco más que el común de las personas, somos
espirituales.
Cambiar de opinión y no aferrarnos a lo que en momento
fue cierto para nosotros, es tener sabiduría, porque ella precisamente nace "de
las pruebas y los errores de la experiencia humana"58 pues "la sabiduría es de
doble origen, se deriva de la perfección del discernimiento divino, intrínseco
en los seres perfectos y de la experiencia personal adquirida por las criaturas
volitivas"216
Para nosotros criaturas finitas y con una
mente limitada, este proceso de asimilar la enseñanza y ponerla en práctica para
que se convierta en algo vivo, es un camino lento que requiere de mucho esfuerzo
y también de mucha constancia, porque nadie evoluciona en un día. Dios no nos pide que seamos perfectos de la noche a la mañana,
pues la perfección es un proceso lento y no alcanzable en esta vida, "es una
meta no nuestro origen"805 por eso, no es tan importante lo que hacemos como lo
que tratamos de hacer, porque "el Padre mira dentro del corazón de los hombres
y juzga por los deseos íntimos y las intenciones sinceras"1571 Nuestra
motivación consciente, es primordial por eso “todo lo que te viniere a la mano
para hacer, hazlo con todas tus fuerzas.”1481 porque “la habilidad es la medida
práctica de las oportunidades de la vida. No serás responsable por no cumplir
con lo que esté más allá de tus
posibilidades.”1779
Pero si se
nos pedirá cuenta por cómo aprovechamos las oportunidades que se nos dieron,
recordemos la parábola de los talentos, el criado fue reprendido no por haber
perdido su moneda... sino por no haberla enterrado en vez de hacerla
multiplicar.
yolanda
silva solano.