El
Padre no está lejos de ninguno, habita dentro de vosotros, y en él todos
nosotros literalmente nos movemos, realmente vivimos, y verdaderamente tenemos
nuestro ser.
Libro
de Urantia. Pág.139
“La adoración no pide nada, ni espera nada a
favor del que adora. No adoramos al
Padre para recibir algo de tal veneración, rendimos devoción y nos dedicamos a
la adoración, como reacción espontánea y natural al reconocimiento de la
incomparable personalidad del Padre y a causa de su naturaleza amante y de sus
adorables atributos” 65.
“El amor de Dios es un afecto paterno,
inteligente y previsor. El amor divino funciona en asociación unificada
con la divina sabiduría y con todas las otras características infinitas de la naturaleza perfecta del
Padre Universal. Dios es amor, pero el amor no es Dios. La mayor manifestación
del amor divino para con los seres humanos, es la dádiva de los Ajustadores de
Pensamiento, pero la mayor revelación del Padre se ve, en la vida de
otorgamiento de su hijo Miguel, que vivió en la tierra el ideal de la vida
espiritual” 40.
Jesús
vino a Urantia para hacernos olvidar al dios justiciero y selectivo del Anitiguo
Testamento y darnos a conocer a Dios como un Padre que no necesita de nombres ni
palabras rimbonvantes para dirigirnos a su divinidad, porque el misterio de que
El mora en nuestra alma y “que rebasa la comprensión humana, no debe disminuir
en lo más mínimo vuestra fe. No dejéis que la magnitud de la infinitud, la
inmensidad de la eternidad y la grandeza y gloria del carácter incomparable de
Dios os sobrecojan, os hagan vacilar ni os desalienten; porque el Padre no está
lejos de ninguno de vosotros; habita dentro de vosotros, y en Él, todos
literalmente nos movemos, realmente vivimos, y verdaderamente tenemos nuestro
ser.”139
“La
mente finita del hombre es incapaz de comprender cómo un Dios tan grande y
majestuoso como el Padre Universal puede descender de su morada eterna en
perfección infinita para fraternizar con cada criatura humana, entonces tal
intelecto finito debe hallar la certidumbre de la comunión divina en la verdad
del hecho de que un fragmento real del Dios viviente reside en el intelecto de
cada mortal urantiano de mente normal y moralmente consciente. Los Ajustadores
del Pensamiento residentes son parte de la Deidad eterna del Padre
Paradisiaco.”62
Pero
nada de ésto es posible, si cada uno de nosotros no hacemos todo lo posible por
encontrar a Dios no en los templos de cemento, sino donde nunca antes lo
habíamos encontrado: en nuestro cuerpo, en nuestra vida cotidiana, porque “nada
de lo que hace un hijo de Dios es ordinario”2049 y porque “mediante vuestra fe y
la transformación del espíritu, llegaréis a ser en realidad, templos de Dios,
pues su espíritu vive verdaderamente dentro de vosotros. Si el espíritu vive
dentro de vosotros, ya no seréis esclavos encadenados por la carne, sino hijos
del espíritu libres y liberados. La nueva ley del espíritu os dota de la
libertad del autodominio, reemplazando la vieja ley del temor, basada en la
autoesclavitud y en las cadenas del temor.”1609
Todo
está en nuestras manos, sólo falta que tengamos la voluntad de sentirnos hijos
de Dios y de actuar como tales.
yolanda silva solano