No hay pecado ninguno en
tener posesiones honestas en la
tierra.
Libro de Urantia.
Pág.1822
Durante
demasiado tiempo, la mal llamada religión hizo creer al ser humano que el dinero
estaba contaminado y por lo tanto era un obstáculo para la espiritualidad, sin
embargo cuando “un joven preguntó al Maestro ¿ es acaso
pecado poseer riqueza honesta ? Jesús respondió: Amigo mío no es pecado poseer
riquezas honorables, pero lo es, si conviertes las riquezas de las posesiones
materiales en tesoros que absorban
tus intereses y desvíen tu afecto de la devoción a los asuntos espirituales del
reino. No hay pecado ninguno en tener
posesiones honestas en la
tierra, siempre y cuando tu tesoro esté en el cielo, porque donde está tu
tesoro, allí también estará tu corazón.”1822
El dinero en
sí, no es bueno ni malo, la clasificación es personal, según sea para lo que lo
empleemos. Las
personas que lo ocupan con un afán egoísta lo están ensuciando y tarde o
temprano lo perderán o serán enjuiciadas en la eternidad por su uso indebido, en
cambio la persona generosa, es generador de energías y vibraciones positivas,
que contribuyen al progreso material y también al espiritual, pues “mientras os dedicáis a la
obtención de las realidades eternas, debéis también disponer para las
necesidades de la vida temporal. Aunque
el espíritu sea nuestra meta, la carne es un hecho. Ocasionalmente, puede que lo necesario para
vivir caiga en nuestras manos por casualidad, pero en general, debemos trabajar
con inteligencia para conseguirlo. Los
dos problemas principales de la vida son ganarse la vida temporal y obtener la
supervivencia eterna. Aun el problema de
ganarse la vida necesita de la religión para su solución ideal. Estos dos problemas son altamente
personales. La verdadera religión de
hecho, no funciona separada del individuo”
1778.
El dinero no es un don que rezando nos será concedido,
no basta con desear poseerlo, es preciso que nuestra mente se comprometa a
trabajar para obtenerlo y tener claro el cómo y el para qué, pues así nos
aseguramos que será bien empleado, porque “hay una gran diferencia
entre la riqueza que conduce a la avaricia y al egoísmo y la que tienen y
dispensan en espíritu de fideicomiso los que tienen abundancia de bienes
mundanos y que generosamente contribuyen a mantener a los que dedican sus
energías al trabajo del reino.”1822
Seamos creadores de
dinero, no sus exclavos.
yolanda silva
solano