CARTAS A LOS ESTUDIANTES
MAX HEINDEL
Comprendiendo una carta por cada mes, desde
diciembre de 1910 a enero de 1919, ambos inclusive
THE ROSICRUCIAN FELLOWSHIP
PROLOGO
Durante ocho años, Max Heindel, el místico y ocultista, estuvo enviándoles a los
estudiantes de la Fraternidad Rosacruz una carta mensual repleta de valiosa información,
explicando la causa de las muchas dificultades ocurridas en la vida diaria, no solamente en
las de las personas, sino en las de las naciones también, y diciéndoles a la vez una factible
soluci6n a las mismas. Estas cartas, en número de noventa y siete, que fueron enviadas en el
espacio de tiempo que abarcan las Navidades del año 1910 al mes de enero de 1919,
constituyen el asunto de este libro.
Siendo el mensajero autorizado de los Hermanos de la Orden Rosacruz y, por lo tanto,
en estrecho contacto con ellos, Max Heindel estuvo continuamente recibiendo y dando esta
información oculta a sus estudiantes sobre la pasada, presente y futura evolución de la vida y
de la forma, cuya información debido a la tutela que sobre él ejercían los Hermanos de la
Orden, pudo llegar a la comprobación de la misma y añadir por si mismo muchos detalles.
Las cartas de este libro contienen, además de las luces generales sobre filosofía Rosacruz,
muchas indicaciones prácticas y provechosas para vivir la vida del místico Cristiano.
En muchas de estas cartas aparece una referencia a lecciones que acompañaban a las
mismas. Cada carta iba acompañada de una lección en forma de folleto. La mayor parte de
estas lecciones han sido ya publicadas en libros, y pueden ser de valor para los lectores de
esta obra. Los volúmenes publicados hasta la fecha son los siguientes: "Masonería y
Catolicismo", "EI Velo del Destino", "Misterios de las Grandes Operas", "La Interpretaci6n
Mística de la Navidad y "Recolecciones de un Místico". Los lectores de estas cartas
obtendrán de ellas mucho más provecho consultando las lecciones correspondientes que se
citan.
AI ofrecer estas cartas al mundo tenemos la sensación de que contribuimos con ello a
proporcionarle una fuente de estudio de valor e importancia permanentes, de la que el
estudiante esotérico obtendrá ayuda eficaz en su progreso sobre el Sendero.
CARTA Nº1
Navidad de 1910
LA AMISTAD COMO UN IDEAL
En los movimientos religiosos es costumbre darse el tratamiento de "hermana" y "hermano", como
reconocimiento de que todos somos hijos de Dios, nuestro Padre común. Ello no obstante, no siempre
está en armonía los hermanos y hermanas. Algunas veces hasta llegan al extravío de odiarse uno a otro, pero
entre amigos no puede caber más sentimiento que el del amor.
El reconocimiento de esta verdad fue lo que impulsó a Cristo, nuestro glorioso y gran Ideal, a
decirles a Sus discípulos: "De ahora en adelante no os llamaré siervos... sino amigos." (Juan 15:15.) Nada
mejor podemos hacer que seguir a nuestro gran Guía en esto como en todas las demás cosas. Así es que no
hemos de contentarnos con las frías relaciones fraternales, sino esforzarnos en ser amigos en el verdadero y
más santo sentido de la palabra. Los Hermanos Mayores, cuyas enseñanzas bellas nos han unido en la Senda
del Progreso, hacen honor a sus discípulos del mismo modo que Cristo honraba a Sus apóstoles, verbigracia,
otorgándoles el nombre de "Amigo". Si se sigue el camino emprendido, algún día nos hallaremos en
presencia de ellos, y oiremos el nombre de "amigo" pronunciado en voz tan suave, tan cariñosa y tan
apacible, que sobrepasará a toda ponderación de la imaginación humana. Desde ese día no habrá trabajo
alguno que no se lleve a cabo para merecer tal amistad. Será su único deseo y su única aspiración el servirles
y no habrá distinción humana que pueda compararse a tal galardón como el llamarnos sus amigos.
Sobre mis indignos hombros ha caído el gran privilegio de transmitir las enseñanzas de los Hermanos
Mayores, al público en general, y a los estudiantes, probacionistas y discípulos de la Fraternidad Rosacruz
en particular. Ha solicitado usted que su nombre figure en mi lista de corresponsales, y yo alegremente le
tiendo mi mano derecha fraternal, saludándole con el nombre de amigo. Aprecio la confianza que deposita
en mí y le aseguro que me esforzare en prestarle mi ayuda en todo lo que esté a mi alcance y en mi poder,
para hacerme merecedor de su confianza. Confío y espero que usted, a su vez me ayudará en mi trabajo que
para usted y los demás llevo a cabo, sirviéndose formar un juicio caritativo al descubrir en mis escritos algún
defecto o falta. Nadie está más necesitado de las oraciones de sus semejantes como el que está obligado a
servir de guía.
Sírvase tenerme presente en sus preces, y tenga por seguro que le tendré a usted en las mías. Le
incluyo la primera lección con la esperanza de que por todo lo expuesto, se establezcan entre nosotros
relaciones cimentadas sobre la base de una amistad sincera.
CARTA Nº 2
Febrero de 1911
DESARROLLO DEL ALMA MEDIANTE OBRAS
Espero que habrá estudiado usted a fondo la lección de Navidad, y esté del todo familiarizado con el
fenómeno del flujo y reflujo espiritual en el universo, de modo que esté ya capacitado para dar una razón por
la cual tiene usted fe en la "Nochebuena". En la lección de este mes la idea conduce a una mayor conclusión,
no enseñada públicamente hasta la fecha. En esta corta lecci6n van otras enseñanzas, las cuales arrojarán
mayor claridad sobre el misterio del nacimiento inmaculado que la dada hasta ahora, y espero que la
estudiará usted diligentemente durante el mes venidero, para que pueda concebir toda la trascendental
belleza de las sublimes enseñanzas Rosacruces sobre este asunto.
Tanto si ha estudiado la lecci6n de Navidad y se ha capacitado para la discusión sobre cl flujo y reflujo
espiritual, como si se halla preparado para explicar el de la Inmaculada Concepci6n al final del presente
mes, todo ello es de una importancia secundaria comparado con la contestación que pueda usted dar a la
pregunta siguiente:¿ Aprovechó usted la pleamar espiritual por Navidad para ir en busca de alguien que se
hallase en peligro, según se indica en el último párrafo de aquella lección?... ¿ Lo puso en práctica en el
trabajo, en el mundo? Espero que así lo habrá hecho, pues solamente el practicar las enseñanzas en nuestro
inmediato circulo de influencia es lo que nos trae el fruto del crecimiento del alma. Podemos leer hasta
llegar a una indigestión mental, pero nos hablan mucho más alto las acciones que las palabras. También se
dice que existe un mal lugar del que dicen que está empedrado de buenas intenciones. Por lo tanto, querido
amigo, permítame le encarezca la necesidad por parte de usted de ¡trabajar!, ¡Trabajar! y ¡trabajar!
Con frecuencia vemos que en el hogar, en la oficina, en la tienda o en el local de reuniones hay cierta
cosa que debe hacerse. Pero... la actitud del hombre del mundo es la de evadirse de hacerlo él. Se encoge de
hombros diciendo: ¿Por qué lo he de hacer yo? ¡ Que lo haga otro! Deberíamos razonar del modo contrario,
sin embargo. No podemos alegar lo poquito que podemos hacer. Si lo hacemos así, no nos estamos
preparando para llegar a ser Auxiliares Invisibles. Si vemos que tiene que llevarse a cabo un trabajo,
debemos decirnos a nosotros mismos: Alguien tendrá que hacerlo; ¿por que, pues, no he de ser yo? En el
próximo mes, querido amigo, tomemos como ejercicio espiritual el siguiente lema: "¿Por qué yo no?" Si lo
seguimos consistentemente seremos recompensados con bendiciones mayores que las que podríamos
obtener si las confiriéramos sobre los demás.
Que Dios le conceda bendiciones en abundancia y le fortalezca a usted en sus esfuerzos.
CARTA Nº3
Marzo de 1911
SERVICIO DESINTERESADO A LOS DEMAS
Desde luego habrá usted estudiado, en alguna medida las varias enseñanzas de la Orden Rosacruz, y
al dirigirme a usted no es como si le estuviera hablando a un desconocido que no está familiarizado con las
enseñanzas o tal vez poseído de un escepticismo respecto a la existencia de tal Orden. Estas enseñanzas se
han extendido por el mundo Occidental durante los dos pasados años como un fuego devorador, y esto en si
demuestra una fuerza impulsiva que no pertenece a la clase de la humanidad ordinaria. Esto lo comprenderá
usted mejor cuando haya leído la lección para este mes, la cual trata de la misteriosa Orden y demuestra su
relación con la Fraternidad Rosacruz.
Se le ha ocurrido indagar alguna vez, mi querido amigo, lo que le une a usted a esta Fraternidad?
Usted sabe que no existen lazos externos, que no ha prestado juramento de obediencia, o de alianza, y de que
usted no ha sido instruido en ninguno de los secretos. ¿Qué es lo que constituye, pues, la Fraternidad a que
nos referimos?
No pueden ser las enseñanzas, por ser éstas libres
para todo el mundo, y tienen el beneplácito, de los muchos que no han solicitado su filiación como
estudiantes. Tampoco es el enrolamiento como estudiante lo que hace crear el lazo interno, porque son
muchos los que estudian solamente para "su propio beneficio" y no tienen fraternidad con el resto de
nosotros. Mas, es el servicio que ejecutamos y la buena fe con que practicamos las enseñanzas deseando el
convertirnos en ejemplares vivientes en el mundo, de aquel amor fraternal de que habló Cristo, como el
coronamiento del cumplimiento de todos los mandamientos.
El pasado mes tomamos como lema el pensamiento de que si se había de hacer algún trabajo que al
parecer no fuera de la particular incumbencia de nadie, deberíamos decir "¿Por qué no yo?", en lugar de
dejarlo para que lo hiciera otro, o dejar de hacerlo. Espero que habrá ejecutado este servicio desinteresado
con frecuencia, glosando así los lazos de fraternidad.
Para el mes entrante deseo de usted que envíe todos sus pensamientos y esfuerzos para el adelanto de
las enseñanzas de la Fraternidad. No intente, convencer o convertir a nadie en contra de su voluntad, pero sí
trate de saber en forma que no sea de ostentación, sino de espiritualidad, la causa del agobio del prójimo.
Entonces, pruebe de ayudarle con sus enseñanzas. Pero el que le diga algo acerca del lugar de donde usted
las recibe, debe ser potestativo de su propio criterio. Lo primordial es diseminar las enseñanzas, no el
anuncio y la propaganda de la Fraternidad Rosacruz.
CARTA No 4
Abril de 1911
UNA CRUZADA POR LA IGLESIA
El pasado mes prometí emprender con mayor intensidad la dilucidación de la Orden Rosacruz, y su
relación con la Fraternidad, pero se me olvidó que la Pascua estaba próxima y que a ésta se le debía otorgar
atención preferente. Espero convendrá usted conmigo que es más importante el estudio de este gran
acaecimiento cósmico, particularmente por vivir en una tierra cristiana, y porque, según confío, somos
cristianos de corazón. En verdad, querido amigo, la nota clave de lo que trataré este mes es realmente "una
cruzada de la Iglesia", y es esta mira lo que ha motivado el que haya impreso al final de la lección el poema
"¿Credo o Cristo?"
Todos somos Cristo en formación; la naturaleza de amor se está desenvolviendo en todos nosotros, y
¿por qué no hemos de identificarnos con una u otra de las iglesias cristianas que fomenta el ideal de Cristo?
Algunos de los mejores obreros de la Fraternidad son miembros, sí, y hasta ministros, de iglesias. Muchos
están hambrientos del alimento que nosotros tenemos para darles. No podemos partirlo con ellos
permaneciendo alejados y nos hacemos daño a nosotros mismos si incurrimos en la negligencia de no
aprovechar la gran oportunidad de ayudar a la elevación de la iglesia.
Desde luego que no hay obligación alguna. No se exige de usted el ingreso o la asistencia a la iglesia,
pero si asiste a ella con un espíritu de ayuda, puedo prometer a usted que experimentará un maravilloso
crecimiento del alma en un corto espacio de tiempo. Los grandiosos Angeles del Destino, que son los que
dan a cada nación la religión más apropiada a sus necesidades, nos situó a nosotros en tierra cristiana,
porque la religi6n cristiana nos ayudar para el desarrollo del alma. Aun admitiendo que ha sido obscurecida
por el credo y el dogma, no debemos permitir que esto nos impida la aceptación de aquellas enseñanzas que
son buenas, porque eso seria tan tonto como el situar nuestra atención sobre las manchas del Sol rehusando
ver su luz gloriosa.
Sírvase pensar sobre este asunto, querido amigo y tomemos por lema este mes, una utilidad mayor,
para que crezcamos abundantemente mediante el esfuerzo dirigido al mejoramiento de nuestras
oportunidades.
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