Un pueblo inteligente es capaz de
aprender de la experiencia y puede llegar a ser verdaderamente sabio.
Libro de Urantia. Pág.
908
“La
guerra, no es la gran y terrible enfermedad del hombre, la guerra no es un
síntoma, es un resultado. La verdadera
enfermedad es el virus de la soberanía nacional”1491 y de las ideas religiosas
llevadas al fanatismo histérico.
“La
sociedad es hija de edad tras edad, de pruebas y de errores, es lo que ha
sobrevivido a los ajustes y reajustes selectivos en las sucesivas y larguísimas
etapas de la elevación de la humanidad, desde el nivel animal a un nivel humano
de estado planetario. El gran peligro de
cualquier civilización, en cualquier momento, es la amenaza de su destrucción
durante el momento de transición, desde los métodos establecidos en el pasado a
aquellos del futuro, nuevos y mejores, pero aún no probados”911.
Lo
que a la sociedad actual le falta probar y convencerse, es de que el Amor es más
fuerte y que cada uno de nosotros lo puede entregar, en la medida que sean
nuestros corazones los que estén continuamente irradiando, armonía y amor en el
quehacer cotidiano, porque nuestras vibraciones y nuestros pensamientos
positivos son los mejores portadores de la paz.
“El
continente más rico en depósitos naturales y más avanzado en equipos mecánicos,
hará poco progreso si la inteligencia de su pueblo está en decadencia. El conocimiento puede ser obtenido por la
educación, pero la sabiduría que es indispensable a la verdadera cultura, tan
sólo puede obtenerse mediante la experiencia y por parte de hombres y mujeres
que sean innatamente inteligentes. Un
pueblo inteligente es capaz de aprender de la experiencia y puede llegar a ser
verdaderamente sabio” 908.
Pero la inteligencia que hoy Urantia necesita,
no es tanto la de un mayor coeficiente intelectual, sino de una inteligencia
emocional activa, porque ella es la habilidad para percibir, asimilar,
comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un
crecimiento emocional e intelectual, porque “el hombre sabio, cuando trata de
entrar por una puerta cerrada, no la destruye, sino que busca la llave para
abrirla.”1778
Nuestro trabajo espiritual actual,
debe ser el de cambiar nuestros paradignas y abrir nuestra mente a las
Enseñanzas haciéndolas realidad en nuestra vida.
yolanda silva solano.
yosis282@gmail.com