Vosotros pertenecéis a
una familia casi infinita de mundos, pero vuestra esfera es administrada con
igual precisión y se fomenta con igual amor como si fuera el único mundo
habitado en toda la existencia.
El Libro de
Urantia.560
Durante décadas se ha
cuestionado y con razón, el hecho de que no estamos solos y menos que somos los
únicos seres mortales inteligentes del universo, muy por el contrario, debemos
reconocer que somos los últimos en la escala evolutiva de los planetas, pues son
muchos los que nos anteceden, con una mayor inteligencia y organización.
Todos los mundos de un sistema local revelan un parentesco
físico inconfundible; sin embargo, cada planeta tiene su propia escala de vida,
y no existen dos mundos que sean exactamente idénticos en sus dotaciones
vegetales y animales. Estas variaciones planetarias en los tipos de vida del
sistema son el resultado de las decisiones de los Portadores de Vida. Pero estos
seres no son ni caprichosos ni antojadizos; los universos son dirigidos de
acuerdo con la ley y el orden. “560
Porque "el Padre Universal
no se ha retirado de la administración de los universos; él no es una Deidad
inactiva. En este mismo momento, así como durante las remotas eras del pasado y
en el futuro eterno, Dios sigue sustentando. El alcance divino se extiende
alrededor del círculo de la eternidad. Al universo no se le da cuerda como un
reloj que anda por tiempo determinado y luego cesa de funcionar; todas las cosas
están siendo constantemente renovadas. El Padre incesantemente derrama energía,
luz y vida.”55
Pero como los seres
humanos tenemos libre albedrío, nuestro Padre necesita de nuestra colaboración
para que Urantia cumpla con el plan divino y aportemos cosas positivas a la
familia cósmica, porque “la presencia espiritual de la divinidad no es
caprichosa ni arbitraria, su variante es inherente a la dote del libre albedrío
de las criaturas personales.”150
Con el correr del
tiempo creo que los seres humanos vamos aprendiendo de nuestros errores, antes
de que sea demasiado tarde, estamos preocupándonos de reciclar, de usar bien la
energía, los adelantos tecnógicos se hacen presentes en la medicina y en forma
increíble en los medios de comunicación, los cuales bien empleados nos ayudan a
sentir que no estamos aislados, sino que somos una pequeña aldea
global. El hombre puede descubrir y corregir la materia, pero sólo Dios nos
puede otorgar el espíritu e integrarnos a la familia cósmica evolutiva, de la
cual conocemos tan extremadamente poco y nos queda tanto por descubrir y
aprender.
yolanda silva solano