Si conocemos a Dios, nuestra tarea verdadera, es es
vivir de modo tal, que el Padre pueda reflejarse en nuestra vida.
Libro de Urantia. Pág.1466
Si dejáramos nuestras rigideces espirituales y
aprendiéramos de los cambios, nuestro avance sería mucho más rápido, porque
nuestra mochila de conocimientos estáticos, se vaciaría y nos sería más fácil el
ascender el Camino que nosotros mismos nos hemos trazado, porque "el Espíritu
residente, no intenta controlar vuestros pensamientos como tales, sino más bien
espiritualizarlos para eternizarlos”1205 contando con nuestra
voluntad.
Pero muchas veces, es más fácil quedarse en el
conocimiento, porque él no nos exige ningún cambio de actitud en nuestra vida
cotidiana, se nos olvida que “la cristalización intelectual de los conceptos,
invalidan el verdadero conocimiento y nos impide llegar a la sabiduría,”1930
La dicotomía, entre lo
que sabemos y lo que hacemos, es el mayor obstáculo en el crecimiento
espiritual, porque ¿de qué vale la enseñanza si no se puede llevar a
cabo?”1916
Nuestro barómetro para
medir nuestra espiritualidad, debería ser no cuánto leemos o sabemos, sino cuan
plenamente estamos viviendo el día a día, porque
“una de las
características más sorprendentes de la vida religiosa, es esa paz dinámica y
sublime, esa paz que trasciende toda comprensión humana, esa calma cósmica que
simboliza la ausencia de toda duda y confusión.”1101
Si usamos la manía frase “perdono
pero no olvido, “ si estamos demasiado preocupados por el mañana y el estrés es
nuestro compañero... no cabe la menor duda que no estamos haciendo ningún cambio
positivo para nuestra evolución, porque “aislar parte de la vida y llamarla
religión, es desintegrar la vida y distorcionar la la
religión.”1124
No permitamos que esa "monotonía que cansa y
agota" se apodere de nosotros, que nuestra espiritualidad sea siempre algo vivo,
fresco y refrescante, capaz de saciar no sólo nuestras ansias de Dios, sino que
también seamos manantial para todas aquellas almas que buscan a nuestro Padre,
sin saber que lo tienen en su propio corazón, porque “nuestra tarea verdadera,
es vivir de modo tal, que el Padre pueda reflejarse en nuestra
vida.”1466
yolanda silva solano