La
competencia despiadada, se basa en el egoísmo de miras estrechas.
Libro de
Urantia. Pág.805
¿Gran hombre o ganador”? es el tema
que nos ha propuesto nuestro querido Víctor, a raiz de un artículo aparecido en
la prensa sobre Manuel Pellegrini. Ojalá también tú me enviaras
temas para desarrollar a la luz de LU
Personalmente, pienso que todo gran
hombre, necesariamente tiene que ser un ganador, desde el momento que “nada de
lo que hace un hijo de Dios es ordinario”2049 por tanto el valor que le demos a
lo que hacemos, depende exclusivamente de nuestro estado de conciencia al
hacerlo, porque “ninguna experiencia valiosa, ningún significado verdadero
perece jamás.”1200
La grandeza siempre es ganadora, lo
malo que en estos días ella es más sinónimo de lucro, de amoralidad, e
inconsciencia. No se distingue el bien del mal, sólo importa el ínterés
personal, sin importar el bienestar de los demás. Más que nunca, ahora abundan
los ladrones de cuello y corbata, que estafan a las personas y al Estado sin
miramiento alguno. La justificación que tienen: es trasversal, todos lo
hacen.
Para un
Hombre, la grandeza tiene como cimientos, la integridad, la sinceridad, la
honestidad y el esfuerzo que pone en su lucha cotidiana por ser un ganador,
capaz de dar estabilidad económica y emocional a su familia. La sensatez con
que toma sus decisiones en sus negocios, la inteligencia con la ejerce su
trabajo o su profesión, sumado a la honradez y conciencia social, son las que
hacen a un individuo un ganador, en el sentido amplio de la
palabra.
Un Hombre
se preocupa por mantener activa su mente, pero no se olvida de la relevancia que
tiene para su vida su inteligencia emocional, porque gracias a ella, puede
hacerse consciente de sus emociones y sentimientos, porque al reconocerlos los
puede manejar y gestionar relaciones exitosas en el ámbito religioso,familiar,
social y laboral.
La
inteligencia emocional es el antónimo de los celos y del machismo que tanto daño
hacen.