La sociedad puede
estar muy avanzada tecnológicamente, pero adolece de una tremenda inmadurez
emocional y psicológica. No sólo se
busca la comida rápida, sino que todo es light y sin trascendencia, se vive tan
a prisa que no hay tiempo para detenerse ante el llanto de un niño, lo calmamos
dándole algo que lo entretenga, sin pensar que tal vez sólo llora para ser
tomado en cuenta, para hacer sentir su presencia, muchas veces el niño prefiere
ser castigado a ser ignorado y lo mismo le ocurre al muchacho adolescente, está
desorientado porque no tiene cerca a nadie que lo oriente en el descubrimiento
de ese mundo desconocido y muchas veces cruel, con el cual debe enfrentarse a
diario y esos niños y esos adolescentes
son los forjadores del mundo del mañana ¿ de que mañana estamos hablando.?
El mundo está como
lo vemos, porque nos falta madurez social, “ella equivalente al grado en que el
hombre está dispuesto a renunciar a la nueva gratificación de deseos pasajeros e
inmediatos, para abrigar aquellos anhelos superiores, que son los que realmente
proporcionan las satisfacciones más abundantes del avance progresivo hacia
objetivos permanentes” 1773.
Las Redes sociales
han desarrollado un verdadero poder en las comunicaciones, han trasformado al
mundo en una aldea global y donde cualquiera puede opinar sobre todo, dando una
sensación de libre albedrío, sin darse cuenta que se están convirtiendo en
esclavos del wasap y que la opinión personal, se funde sin darse cuenta, en los
gritos de una masa inconsciente la mayoría de las veces, que sin remordimientos
publican falsedades como certezas, se daña la honra de las personas con ironía y
se destruye la autoestima a través del bullyng, sin medir los daños que se
ocasionan, muchas veces para toda la vida de quién soporta este trato
indigno.
Como hijos de
Dios, no podemos guardar un silencio cómplice, debemos intervenir para
contrarestar esta distorción que han tomado las Redes, porque “no podemos
quedarnos inmóviles, porque “no basta cesar de hacer el mal. es preciso aprender
a hacer el bien”1736 Jesús nos pide “cuida de no herir el respeto de los
temerosos y no emplees el sarcasmo con mis hermanos de mente
sencilla”1765
Nosotros, podemos hacer mucho para
que los deseos de Jesús se cumplan y muchos inocentes, dejen de
sufrir...
yolanda silva solano yosis282@gmail.com