La
humanidad, debe aprender nuevamente el arte de vivir, para que progreso
continúe.
Libro de Urantia.
Pág.1772
Para la gran mayoría, el vivir es sólo una
sobrevivencia en medio de sus problemas de dinero, incomunicación, exceso o
falta de trabajo. La vida se vive tan a
prisa, que a casi nadie se le ocurre pensar que la vida es el don más
maravilloso que nos ha otorgado Dios, pero que es preciso aprender a vivir, que
es un arte y que como tal, debemos cultivar con paciencia y perseverancia para
que dé, los frutos deseables.
“Cuánto más compleja se vuelva la civilización, más
difícil será el arte del vivir. Cuánto más rápidos los cambios en los hábitos
sociales, más complicada será la tarea del desarrollo del carácter.
Cada diez generaciones, la
humanidad debe aprender nuevamente el arte de vivir, si el progreso ha de
continuar. Si
el hombre se torna tan ingenioso como para aumentar las complejidades de la
sociedad a paso más acelerado, habrá que aprender de nuevo el arte de vivir
mucho más frecuentemente, tal vez, en cada generación.
Si la evolución del arte de
vivir no se mantiene al ritmo de la técnica de la existencia, la humanidad
volverá a caer rápidamente en el simple impulso de vivir”
1772.
En
este momento, gran parte de la humanidad ha caído en el simple impulso de vivir
y ha trastocado los verdaderos valores, el consumismo obliga a trabajar
muchísimo para poder consumir todo lo que se nos ofrece, y como esta fiebre es
devoradora se termina agotado y casi no queda tiempo para la comunicación con
nuestros seres queridos, originando así el vacío interior que produce la
incomunicación dentro de la familia y de donde se derivan casi todas las lacras
sociales como el alcoholismo y la droga, porque ellas pretenden ser el sustituto
a la soledad y a la falta de cariño. La
gran mayoría de los padres, nos hemos convertido en buenos proveedores, pero a
la vez, en muy malos compañeros de nuestros hijos. La peor de las soledades es la que se vive
acompañada, la que se crea con la incomunicación.
La sociedad puede estar muy avanzada
tecnológicamente pero adolece de una tremenda inmadurez emocional y
psicológica. No sólo se busca la comida
rápida, sino que todo es rápido y sin gran trascendencia, se vive tan a prisa
que no hay tiempo para detenerse ante un sonrojado atardecer,...ni siquiera hay tiempo para ver el
por qué del llanto de un niño, lo calmamos dándole algo que lo entretenga, sin
pensar que tal vez sólo llora para ser tomado en cuenta, para hacer sentir su
presencia, muchas veces el niño prefiere ser castigado a ser ignorado y lo mismo
le ocurre al muchacho adolescente, está desorientado porque no tiene cerca a
nadie que lo oriente en el descubrimiento de ese mundo desconocido y muchas
veces cruel, con el cual debe enfrentarse a diario y son esos niños y esos adolescentes los
forjadores del mundo del mañana ¿ de que mañana estamos hablando ? .
“La
madurez social es equivalente al grado en que el hombre está dispuesto a
renunciar a la nueva gratificación de deseos pasajeros e inmediatos, para
abrigar aquellos anhelos superiores que son los que realmente proporcionan las
satisfacciones más abundantes del avance progresivo hacia objetivos permanentes”
1773.
yolanda silva solanoyosis282@gmail.com
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