El poder solucionar los problemas requiere
coraje y sinceridad.
Lobro de Urantia. Pág.1774
La
gran mayoría, por no decir todos los problemas tienen solución si los abordamos
con una mente serena y confiada. “El
primer paso en la solución de todos los problemas consiste en ubicar la
dificultad, aislar el problema y reconocer francamente su naturaleza y
gravedad. El gran error es que, cuando
los problemas de la vida despiertan nuestros temores profundos, nos negamos a
reconocerlos”. 1773
No hay nada más
paralizante que el temor, él nos inhibe, impidiéndonos ver una salida lógica al
problema. Por eso, la mejor forma de aminorar nuestros problemas e incluso
aprovecharlos para nuestro crecimiento, es permanecer unidos al Padre en forma
activa, es decir, no limitarnos a orar para que Él solucione nuestras
inquietudes, sino también cuestionar lo que nosotros estamos haciendo y para qué
lo hacemos. Hay veces que nos
desgastamos trabajando o sufriendo por un sueño imposible, que más que una
necesidad real responde a un capricho de nuestro inconsciente, motivado por el
orgullo o la vanidad de querer obtener algo que no merecemos o para lo cual no
hemos hecho el suficiente mérito.
“La
solución sabia y eficaz de todo problema exige que la mente esté libre de ideas
preconcebidas, prejuicios personales y pasión desmedida, porque todo esto
interfiere en la solución real del problema.
El poder solucionar los problemas requiere coraje y sinceridad. Sólo las personas honestas y valientes son
capaces de seguir valerosamente a través del perturbador y desconcertante
laberinto del vivir, hasta donde los puede conducir la lógica de una mente sin
temor. Esta emancipación de la mente y
del alma no puede producirse sin el poder impulsor de un entusiasmo
inteligente”1774, y el apoyo de nuestro Ajustador.
“Debéis daros cuenta de que la mejor manera de solucionar problemas
enmarañados, consiste en alejarse de ellos por un tiempo. Así, cuando volváis descansados después de un
período de esparcimiento o adoración, podréis atacar vuestros problemas con la
mente más clara y mano más firme y desde luego, con el corazón más
resuelto. Muchas veces veréis que el
problema se ha achicado en tamaño y proporción durante vuestro reposo de la
mente y el cuerpo”. 1611
El
tomar conciencia del problema que nos atañe requiere de tiempo físico, debemos
hacer un alto en nuestra agitada vida, no sólo para examinar sus causas y
posibles soluciones, sino también para unirnos a Dios, especialmente al
Espíritu, que es quien más directamente puede guiarnos y darnos “ese reposo que
renueva la mente, esa iluminación que inspira el alma, ese valor que permite
enfrentarse valientemente con los problemas.
Esa comprensión que borra el temor debilitante, y esa conciencia de la unión con la divinidad es la que da
al hombre la seguridad necesaria para atreverse a ser como Dios”1774. Entonces “la fe penetra las nubes del
sufrimiento para discernir la luz de la vida que se derrama del Padre con
misericordia sanadora y rectitud perdurable”. 1664
Pero para que esto suceda debemos creer en nosotros mismos y conservar la
armonía interna, para ser capaces de ver el problemas en su exacta dimensión y
abordarlos con una mente serena y confiada.
yolanda silva solanoyosis282@gmail.com